Pgina principal
El espaol en el mundo
Pgina principal de la revista del espaol en el mundo Inicio    Envenos sus sugerencias o comentarios relacionados con el espaol Correo   Mapa de este sitio web Mapa  Otros sitios de inters relacionados con la difusin del espaol en el mundo Subscriptores
Suscrbase  a Cuadernos Cervantes
·Secciones
Principal
Editorial
E/LE
Reseñas
Agenda
Revista de Prensa
Multimedia
Buscar en
Cuadernos Cervantes:
·Sumario
Spanglish escrito en USA. Un ejemplo, la revista LATINA

Didáctica de la cultura en el aula de E/LE en Camerún


Spanglish:
Conversaciones en torno al spanglish


El concepto de locura en el ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha y en Hamlet

Máquina de clasificar palabras. Una propuesta didáctica

Un listado de las sílabas del español

El error en el proceso de aprendizaje
Español para árabes
multilingües y multiculturales

·Lo último...
Instituto de Verbología Hispánica
·Utilidades
Sugerencias  
Suscripciones  
Nº atrasados  
Edición impresa  
Sólo suscriptores  
Alertas  
Archivo  
  Ver próximo número
  de Cuadernos Cervantes...
·Otros sitios
elespañolenelmundo
elespañolenlared
clubdeespañol
Diccionarios Web
Campamentos de verano en España
·En Portada

EL ESPAÑOL,
LENGUAJE CIENTÍFICO INTERNACIONAL

Uno de los retos más apasionantes que se presentan para la lengua española en este nuevo siglo es su configuración como lengua vehicular para la ciencia, como lenguaje de investigación en el ámbito internacional. Lengua española, lenguaje científico: hay que jugar con las categorías de Saussure a este respecto. Sin embargo, hasta el momento la situación no es demasiado alentadora, a la luz de los datos de los que disponemos. Según éstos, el español se situaría en un 5 por mil en cuanto a publicaciones científicas, un más que discreto puesto y nada acorde con su situación como tercera lengua del planeta. Frente a esto, otras lenguas como el francés, con menor número de hablantes, tienen una producción en ciencia y tecnología del 11 por ciento.

Estos datos son bastante elocuentes por sí mismos. No necesitan mayor exégesis: el español debe recorrer aún un gran trecho para ocupar la posición que merece como lengua de intercambio de ciencia e ideas. ¿Cuántos congresos internacionales admiten ponencias en español? ¿Cuántas revistas científicas de otros países –salvando las lógicas excepciones del hispanismo– aceptan eruditos artículos en la lengua de Cervantes? No hay necesidad de extenderse más sobre este punto.

Vaya por delante que desde estas páginas se pretende promover una respuesta adecuada a esta situación sin menospreciar por ello los esfuerzos que ya se están haciendo. No se cuestiona, pues, la excelencia científica ni la profesionalidad de las publicaciones españolas e hispanoamericanas que, desde universidades y centros de investigación, extienden el saber en español. Pero, fuerza es decirlo, aún nos lleva la delantera el todopoderoso inglés, el científico alemán, el francés e incluso el italiano.

Por poner un honroso ejemplo, hablemos de las revistas que publica la Universidad Complutense. Publicaciones como Botanica Complutensis, Lazaroa, Coloquios de Paleontología o Clínicas Urológicas, todas dentro del servicio de publicaciones de dicha academia. Esto es solamente un ejemplo del buen hacer científico de las publicaciones que usan el español como lengua vehicular. Hay que poner gran énfasis en la lengua, incluso para usos científicos. La lengua no es propiedad exclusiva del lingüista, del filólogo o del miembro de la Academia Española. Se echa de menos algo de corrección en el uso del español científico –hay demasiada abundancia de barbarismos–. Se echa de menos acaso algún organismo que –como el TermCat en cuanto al catalán–, se ocupe de uniformizar el aluvión de términos extranjeros que vienen con las nuevas tecnologías. En español, en cambio, tenemos una gran confusión en la traducción de términos técnicos del inglés, que adoptan a veces formas diferentes a ambos lados del Océano. Así las cosas, no es de extrañar que muchos prefieran utilizar, en vez de su propia lengua, esa nueva koiné científica que se ha venido imponiendo en los últimos años, esa lingua franca de nuestros tiempos que es el inglés.

Desde estas páginas siempre se ha insistido en la necesidad de potenciar la presencia del español en ese gran foro o ágora internacional que es Internet. Será la única manera de asegurar un futuro viable en los años venideros para los hablantes de español, que van en franco ascenso en el mundo.

Sin embargo, los esfuerzos por fijar una terminología científica uniforme para el español suelen provenir mayoritariamente del ámbito privado. Tanto es así, que ya contamos con diversas obras, sobre todo léxicos y diccionarios especializados, que se ocupan del español tecnológico, casi siempre confrontado con el inglés. Todavía no existe, empero, una obra global que contenga todo el acervo terminológico de las nuevas tecnologías en español y que haya propuesto soluciones para los problemas más candentes. Una de las aportaciones más destacadas es la reciente obra Internet y el español (Madrid, Biblioteca Fundación Retevisión 2001) de José Antonio Millán, que ofrece aportaciones novedosas para el problema del español frente a las nuevas tecnologías de las comunicaciones.

Nos gustaría concluir estas breves consideraciones sobre el español como lengua de intercambio científico con un ejemplo de cómo se pueden hacer bien las cosas, como recoge precisamente Millán en su libro, y que se ha convertido en paradigma del uso sin fronteras del español para fines científicos y de investigación: la RedIRIS. RedIRIS es una red de índole académica que se gestiona en el CSIC, con la financiación del Plan Nacional de I+D. Se trata de una red universitaria y de investigación española que nace con vocación internacional y tiene como objetivo promover foros de discusión científica en un "entorno hispanohablante internacional", según afirma su declaración de intenciones (véase www.rediris.es) cuyo tercer punto reza: "Favorecer la discusión en castellano en temas que generalmente se vienen haciendo en inglés". Esta ambiciosa empresa no está exenta de problemas de comprensión, como es lógico.

En definitiva, este es un ejemplo de cómo se puede promover, bien desde las instituciones públicas o bien desde la iniciativa privada, el uso del español en el intercambio de conocimientos científicos y de investigación. En este momento hay unas trescientas listas con distintos foros de discusión en RedIRIS, foros llenos de mentes despiertas que desarrollan sus actividades en diversos ámbitos científicos, contribuyendo no sólo al avance de la ciencia, sino también a la expansión de la lengua española, un objetivo que debe ser común para todos los que la usan y la aman.

34
Volver arriba

[Página principal] [Reseñas] [Multimedia] [E/LE] [Editorial] [Sugerencias] [Agenda] [Revista de Prensa] [Foros]
¿Quiénes somos? - Correo Revista

©  2010 Ediciones Cuadernos Cervantes

Logo plan Avanza