Entrevista con Gudbergur Bergsson, escritor
Gudbergur
Bergsson, un autor verdaderamente europeo, en palabras de Milan Kundera, acaba
de publicar en España su última novela, Amor duro, Tusquets Editores, Barcelona
2000. Ha traducido al islandés El Quijote y obras de García Lorca, Borges, García
Márquez y Eduardo Mendoza. Ha escrito relatos y novelas.
¿Es fácil en Islandia seguir en contacto con la lengua y cultura españolas?
Cuando yo era joven la cultura española era una desconocida en mi país. Yo
he creado el interés por la literatura y cultura españolas, pero fue difícil,
imagínese, el trabajo de una sola persona. Ahora ya hay algunos traductores del
español. Generalmente se traducen dos o tres libros españoles al año, sin contar
los de autores sudamericanos. Por ejemplo, Muñoz-Molina está traducido al islandés.
Pero no es suficiente, piense que un traductor no sólo debe traducir, tiene que
introducir una cultura, hacer propaganda de esa cultura, y eso sin apoyos no es
tarea fácil.
¿En qué año comenzó su labor?
Mi trabajo comenzó con Platero y yo en el 63.
Desde ese comienzo ha aumentado mucho el interés por la literatura y el
mundo hispano. ¿Hay más interés actualmente por los autores españoles o por los
hispanoamericanos?
Al principio el interés se centraba en España, después pasó a Hispanoamérica
con autores como García Márquez. Ahora es de nuevo España el centro de atención.
¿Hay alguna actividad cultural en español en Islandia?
Hay un departamento de español en la universidad y se enseña español en todas
las escuelas secundarias. Pero desafortunadamente no hay ninguna actividad cultural
en español.
En cuanto a los libros en español...
Se venden libros españoles en algunas librerías, en las de la universidad y
en una o dos en Reykjavic.
Tomando como referencia sus traducciones ¿Nota vd. diferencias entre el
español hablado y escrito al otro lado del Atlántico y el de España?
Cuando yo llegué a España en Sudamérica escribían de una manera distinta, se
trataba de una literatura más imaginativa, digamos que, bueno, sí, era una especie
de literatura folclórica, turística. Se percibía un interés hacia esa literatura
como reflejo en clave un poco fantástica de una cultura, de unos países y una
naturaleza. No había mucho interés por la novela realista española de los sesenta.
¿Supuso un éxito importante su traducción de El Quijote, un acontecimiento
cultural en Islandia?
No fue un éxito como tal en lo que a ventas se refiere, se trataba de una edición
de lujo, muy cara, pero sí que fue un acontecimiento cultural relevante.
Vd. que ha traducido a nuestros principales autores, que ha vivido de cerca
nuestra lengua y nuestra cultura, ¿Las sigue con interés cuando está fuera de
Islandia o de España, en Londres, París, China, Estados Unidos...?
No hay demasiados trazos ni gestos culturales de España fuera de ella. Antes
se veía, sí, algo de flamenco, incluso muy buenos espectáculos de cante o baile.
Pero teatro hay poco; salvo algunas representaciones de Lorca o Calderón, actualmente
no hay teatro español en el extranjero.
¿Cómo se ve desde fuera el cine español?
Había mucho interés en Islandia por el cine español en los tiempos en que comenzó
Saura. Ahora Almodóvar ha ocupado su lugar.
¿Y de Buñuel, qué saben los islandeses?
Saben que es un español revolucionario. También es francés y un poco internacional.
Como Lorca, que es un muerto universal; Buñuel es un artista rebelde internacional,
como Picasso.
Vd. viene habitualmente a España, ¿Cómo percibe la evolución de nuestro
idioma?
En la calle se notan mucho menos las palabrotas, antes se usaban muchísimo,
se oían por todas partes. Ahora se está dando una especie de escandinavización
o protestantismo y se oyen menos. Esto significa que la gente goza de cierta libertad
y no necesita esa vía de escape. Creo que las palabrotas eran una vía de escape
frente a la opresión del franquismo...También se hacía más el amor (risas).
¿Qué opinión tiene del uso del idioma en la televisión, la radio y los periódicos?
En comparación con el uso del lenguaje durante el franquismo, es riquísimo.
Desde entonces se ha enriquecido mucho el español. Pero yo diría que hay falta
de ideas en los artículos de prensa, que parecen de compromiso, pensados para
rellenar espacio: hay mucho espacio que llenar en un periódico...
Personalmente, añoro la picaresca en el lenguaje. Había más picaresca antes,
se usaba la lengua de modo más metafórico, más inventivo. Pero toda industrialización,
incluida la de los medios de comunicación, hace perder espontaneidad. Una cosa
es ser gracioso y otra tener sentido del humor; los españoles quieren ser demasiado
graciosos y por lo tanto pierden el humor. Cervantes tiene sentido del humor.
Muchos otros son graciosos pero eso no es humor, son gracias y las gracias no
viven mucho tiempo, no son eternas. El humor es eterno y universal. Falta mucho
humor en la literatura española y también en los medios de comunicación. Los españoles
han perdido un poco su personalidad en el lenguaje, debido a su enorme gusto por
lo gracioso.
Para traducir a un autor hay que estar muy inmerso en su cultura ¿El uso
del diccionario...?
Yo divido las traducciones en traducciones creativas y traducciones lingüísticas.
La creativa es una traducción realizada por una persona que ha vivido en el país
donde se ha escrito la novela, que conoce el ambiente y el entorno cultural. Para
la lingüística sólo se precisa dominar la lengua, puede ser muy correcta pero
no es creativa, ni vivida, por decirlo de alguna manera. Como yo he vivido en
España, considero mis traducciones creativas. No siempre son correctas porque
entonces perderían capacidad de fascinar, se notaría demasiado la traducción;
uno tiene que hacer pequeños arreglos para encontrar los elementos comunes a ambas
lenguas y culturas y de esa manera introducir la cultura española en la islandensa,
encontrando algo equivalente.
En cuanto al interés que pueda tener la literatura posterior a la censura
del franquismo, la de la generación que alcanza ahora su madurez, la de Marías
o Muñoz-Molina, por citar algunos nombres, ¿Qué le parece, es más deslumbrante,
más universal la actual, o tenía la anterior más calado? ¿Cómo ha visto la trayectoria
seguida por la literatura española en el mundo? Traducciones...
Toda literatura en sí es provinciana. Lo que pasa es que usándola pierde localismo
y se internacionaliza. Algunas de estas novelas, desde García Hortelano, son universales,
tan universales como la literatura de Molina o de Javier Marías. Se traduce bastante
del español porque el estado español subvenciona las traducciones. Se puede decir
que no hay mucho interés real por tal o cual autor o título, en principio. En
Alemania, durante una época, cuando Internacionen pagaba las traducciones, se
tradujo del alemán en todo el mundo; cuando Internacionen cortó las subvenciones
cesó el interés por la literatura alemana. Es difícil saber si el interés por
la literatura española no se deberá, en parte, al dinero de las subvenciones.
En mi caso, no recibí ninguna subvención del Estado y tuve que hacer grandes esfuerzos
por introducir la cultura y literatura española, con conferencias, lecturas...Los
autores españoles tienen que tener mucho cuidado, porque tal vez creen que hay
un interés real por sus novelas, pero lo cierto es que los editores se interesan
por el dinero que reciben. Tienen que evitar escribir literatura industrial, porque
ésta funciona sólo mientras haya dinero; la literatura siempre debe estar apoyada
por ideas y por algo de extraordinario. En la literatura española actual no hay
casi nada extraordinario, las ideas son ropa vieja o remakes de lo sudamericano
mezclado con lo español, falta originalidad en la literatura contemporánea española.
El autor debe mantener, entonces, una vigilancia constante para no perder
su capacidad creativa e innovadora, para no caer en trampas económicas...¿Qué
piensa del mestizaje, de las influencias...?
Es completamente erróneo intentar conservar intacta una lengua, no innovar
constantemente en su uso. Una lengua se usa, no se conserva, se conserva lo muerto,
se usa lo vivo. Tener miedo al inglés o al cambio de la lengua es absurdo, no
hay ninguna lengua tan débil como para no poder soportar alguna deformación. El
lenguaje de Joyce ha pasado de deformación del inglés a ser considerado como una
aportación renovadora; faltan escritores que inventen o renueven la lengua castellana.
¿Y qué autor español, en su opinión, aporta actualmente novedades sintácticas
o estilísticas?
Creo que Delibes es a un tiempo el más clásico y el más novedoso. En la literatura
hay mucho camuflaje. Uno tarda diez o veinte años en darse cuenta de que un autor
no es tan moderno como parecía, los viejos pueden ser más modernos que los jóvenes.
Pero forma parte de los mecanismos de la literatura industrial buscar constantemente
autores noveles, jóvenes.
Por otra parte, en Francia las editoriales que publican autores jóvenes españoles
lo hacen porque reciben subvenciones y no por interés real.
¿Qué piensa del spanglish?
Es un fenómeno estadounidense. Es una creación de una lengua nueva, que a la
larga será tan digna como el inglés o el español.
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