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Así pues, es interesante notar cómo los jóvenes usuarios han tratado de resolver el problema de la ausencia física de la persona, de la mímica facial, de los gestos, a partir de la invención de un código lingüístico descarnado pero muy eficaz, y que a través de la invención de estos "dibujos" se puede dar viveza a esta forma de escritura nueva y "contraída", aún más contraída que el habla cotidiana, pero que parece, por lo menos entre los jóvenes, ser más eficaz a veces que una conversación cara a cara. En el reportaje "Pavo salvaje" aparecido en El País Semanal del 2 de febrero de 2003, escrito por Carmen Aguilera, una joven entrevistada, Rocío, dice: "Pero no creo que el móvil nos conduzca a la incomunicación. A mí me gusta decir las cosas a la cara. Pero es más fácil pedir perdón o decirle a un chico que te gusta por el móvil, como primer paso". En realidad los entendidos dicen que el uso sin criterio de tanta tecnología propicia el individualismo, la falta de imaginación, la dependencia, la incultura… (Aguilera: 2003), y a propósito de incultura es necesario decir que los mismos educadores, entre otras cosas, están muy preocupados por esa fiebre de los SMS y por el creciente aumento, por ejemplo, de abreviaturas típicas de este tipo de mensajes escritos, presentes a veces también en los exámenes de los jóvenes. Concha Martín, profesora de Lengua del Instituto Fortuny de Madrid, dice sobre las abreviaturas: "Me lo encuentro cada vez más. En mi asignatura es inadmisible, y baja puntos. A mí no me parece mal que escriban con su proprio código, siempre han tratado de distinguirse de alguna manera. Lo importante es que aprendan a diferenciar un medio de otro. Que lo que vale para el móvil no vale para hablar, y la jerga que hablan no vale para escribir." (De Sandoval: 2001). No cabe duda de que esa moda de los SMS es un fenómeno social que afecta a todos, sobre todo a los jóvenes de todos los países, y las abreviaturas pueden representar un problema serio en el ámbito escolar o académico, primero porque se pueden escapar, como hemos visto, durante un examen, segundo porque pueden generar dudas a la hora de escribir correctamente, como entre poner una ll o una y o no escribir las haches, como se hace en los mensajes SMS: "bien pos yo yamare oy pra ver k pasa con BA aora stoy n clas bueno n sept t lo sacas pati" (bueno, pues yo llamaré para ver qué pasa con Bellas Artes. Ahora estoy en clase. Bueno, en septiembre te lo sacas, Pati) o "n se q t abre echo pro t mosqeo n s normal" (no sé qué te habré hecho, pero tu mosqueo no es normal) o "hy pso d sa" (hoy paso de salir) (De Sandoval: 2001). Como hemos visto en estos SMS escritos por adolescentes españoles las vocales y las partículas son las partes más maltratadas del diccionario: xa (para) xq (porque) y x (por), escritas unidas o separadas son abreviaturas normales para cualquier joven español, pero muy difíciles de aceptar en ámbito acádemico. Ángel Cervera, que enseña Filología Hispánica en la Universidad Complutense de Madrid y un especialista en lenguaje coloquial, dice que una expresión locutiva o analítica queda reducida a una expresión aconsonantada, un caso que en inglés no se nota tanto porque su propia sonoridad lo pide, pero en español la vocal es el centro de la palabra, las palabras se nuclearizan en torno al sonido y a la musicalidad de las vocales, que son el centro de las sílabas, por eso quitar las vocales, según Cervera, es criminal (De Sandoval: 2001). Pero, como decíamos, el problema no se da solamente
en castellano. Cada lengua sufre las apreturas del display y, por eso mismo,
padece de abreviaturas, de la simplificación de la sintaxis, En italiano existen abreviaturas como ke (che, es decir en español: que), o xche (perché, en español: porque), o x (per, en español: por/para) o el muy famoso, y muy empleado, tvb con todas sus variantes (minúsculas o mayúsculas): tvttb, tvtttb, etc. (ti voglio bene, ti voglio tanto tanto bene; ti voglio tanto tanto tanto bene, es decir, en español: te quiero, te quiero mucho, etc.). En los SMS italianos no se usan, como hemos visto también en los mensajes de los chicos españoles, ni acentos (a veces ni mayúsculas), ni vocales: C 6? (ci sei? Es decir, en español: ¿estás?) o :-( 6 proprio 3mendo, con emoticón que indica: triste (:-( sei proprio tremendo, en español: :-( eres tremendo de verdad, o mandami un msg, dimmi qcosa. Mi sento xsa. TVTB :-X con emoticón que indica: besos. Mandami un messaggio, dimmi qualcosa. Mi sento persa. Ti voglio tanto bene :-X ; es decir, en español: Mándame un mensaje, dime algo. Me siento perdida. Te quiero mucho :-X. La negligencia en la grafía y en la puntuación y la velocidad de intercambio de los SMS proponen las formas típicas de los diálogos hablados, en primer lugar las de los jóvenes. La mímesis de la oralidad se evidencia perfectamente gracias al empleo de los iconos, lo que en el lenguaje hablado se realiza con la mímica y con los gestos. Y la misma función comunicativa es la que se establece en muchos intercambios orales: una comunicación fática, que sirve para establecer, mantener o verificar el contacto entre los interlocutores, a pesar de servir también como comunicación informativa (Cortelazzo: 2000). Pero además de las abreviaturas, de la grafía, de la puntuación y de la velocidad, otro problema que puede nacer con ese tipo de comunicación es también la ausencia de todas las formas de los verbos. Como nota, el profesor Julio Cabria, del Instituto Príncipe Felipe de Madrid: "Lo que hemos observado es que cada vez les cuesta más conjugar formas complejas de los verbos. El subjuntivo prácticamente no se ve en los exámenes. En los mensajes todo es en presente, rápido, todo muy inmediato; no se usan tiempos pretéritos ni apenas futuros. Así que todo es ‘estoy, soy, sé, veo’. Pero cuando hay que poner formas como ‘si hubiera estado’, por ejemplo, ya es un mundo para muchos alumnos" (De Sandoval: 2001). Es todavía un código "inmaduro", una jerga que cuando se convierta en un mensaje cifrado requerirá de diccionarios, dice Cervera (De Sandoval: 2001). De hecho, en España ya se ha publicado un amplio diccionario de abreviaturas, emoticones (o emoticonos) y normas sobre los SMS, titulado QRS ABLR? Pqño lbro d msj txt, Ediciones B (un pequeño libro que en inglés se llama Wan2tlk? ltle bk of txt msgs) (De Sandoval: 2001). Y en Italia, entre otros, se ha publicado un libro con el titulo Ho scritto t’amo sul telefonino (He escrito te quiero en el móvil) en Ediciones Comix, que es un divertido manual "para enviar SMS y vivir felices", una colección de más de 300 mensajes cortos ya preparados para el uso y para cada ocasión (Magistà: 2000). Todavía no sabemos adónde nos llevará todo esto: las consecuencias de esta nueva tecnología para el futuro de la lengua, aparte de los anglicismos, no se pueden prever. Pero las características lingüísticas y comunicativas de los SMS nos muestran muy bien por qué han arraigado sobre todo entre los jóvenes con menos de 25 años: porque les permite reproducir, también a distancia, su habla, un código que mantiene unido al grupo, un habla particular, llena de abreviaturas, veloz, y con un componente gestual muy significativo (Cortelazzo: 2000). Un lenguaje que puede emplear neologismos y anglicismos, un habla "económica" que utiliza estas formas breves de nombres como los conocidos "profe", "cole" o las abreviaturas de nombres propios como "Pati", "Tere" (o en italiano: "prof", "rinco", "raga", "palla" o los nombres propios "Vale", "Stefi", etc.) entre otros. Lo importante, según algunos, es que se entienda, con o sin vocales, en inglés, abreviado o, a veces, sin espacios entre una palabra y la otra, como en italiano, para ahorrar bytes, pero escribiendo el principio de cada palabra con mayúsculas para que se note enseguida (CiVediamoStasera?, en español sería: NosVemosEstaTarde?). Es en cierto modo un reto interesante: escribir en poco espacio el mayor número de palabras, frases, emociones, "gestos", llegar al corazón de la manera más rápida posible. Los SMS tienen hoy la función que tenían, antes de su llegada, las cartas familiares, las postales o las cartitas (o, en algunos casos, también las "chuletas") que los adolescentes solían enviarse o pasarse por debajo del pupitre cuando estaban en clase: los contenidos son los mismos, y también la forma lingüística, pero tecnológicamente ahora más evolucionada. En realidad, según algunos estudiosos, el lenguaje de estos SMS es menos banal de cuanto podría parecer. El lingüista italiano Tullio De Mauro observa que no sólo la escritura no corre el riesgo de no morir, como se decía hace algunos años (y como algunos repiten todavía hoy), sino que se establece una relación más fuerte con el habla, la escritura se transforma en una actividad controlada, en una expresión inmediata y espontánea típica de la lengua hablada. Para De Mauro la escritura será un filtro inevitable: quien escribe o lee mal, quedará excluido de muchos de los flujos comunicativos, empezando por los correos electrónicos y por los mensajes de los celulares o SMS (Magistà: 2000). Para otros, sería importante diferenciar lo oral de lo escrito y de lo coloquial: "no se escribe como se habla" (y menos "coloquialmente"). Pero en la realidad existen ejemplos, como hemos visto, que se aproximan al registro oral y, más en concreto, al coloquial, al modo de escritura (Briz: 1998). Y estos ejemplos los encontramos en el lenguaje de los jóvenes, que usan el registro que conocen, que los relaciona al grupo al que pertenecen y que se refleja en estos escritos cortos y, sobre todo, veloces. Como dice Cervera: "Tarde o temprano van a hacer falta especialistas en el fenómeno y simposios. Las consecuencias de las nuevas tecnologías son impredecibles […]" (De Sandoval: 2001). De todas formas, pensamos que lo importante es haber "descubierto" de nuevo la escritura, una escritura "alegre", viva –"oral", se podría decir en un juego de palabras–, que refleja toda la vitalidad de esta gente joven, una forma de escritura descarnada, renovada y original, que desea expresar el presente en toda su rapidez. Naturalmente, creemos necesario e imprescindible saberse expresar de forma correcta cuando la situación y el contexto lo requieran (y por eso el trabajo de los profesores es fundamental), pero pensamos también que la agilidad mental y el ingenio de estos jóvenes no tendrán problema en conseguirlo.
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