Pgina principal
El espaol en el mundo
Pgina principal de la revista del espaol en el mundo Inicio    Envenos sus sugerencias o comentarios relacionados con el espaol Correo   Mapa de este sitio web Mapa  Otros sitios de inters relacionados con la difusin del espaol en el mundo Subscriptores
Suscrbase  a Cuadernos Cervantes
·Secciones
Principal
Editorial
E/LE
Reseñas
Agenda
Revista de Prensa
Multimedia
Buscar en
Cuadernos Cervantes:
·Sumario
Spanglish escrito en USA. Un ejemplo, la revista LATINA

Didáctica de la cultura en el aula de E/LE en Camerún


Spanglish:
Conversaciones en torno al spanglish


El concepto de locura en el ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha y en Hamlet

Máquina de clasificar palabras. Una propuesta didáctica

Un listado de las sílabas del español

El error en el proceso de aprendizaje
Español para árabes
multilingües y multiculturales

·Lo último...
Instituto de Verbología Hispánica
·Utilidades
Sugerencias  
Suscripciones  
Nº atrasados  
Edición impresa  
Sólo suscriptores  
Alertas  
Archivo  
  Ver próximo número
  de Cuadernos Cervantes...
·Otros sitios
elespañolenelmundo
elespañolenlared
clubdeespañol
Diccionarios Web
Campamentos de verano en España
·Spanglish

EL HEART EN LA PALABRA

El Spanglish en el cine

Ilán Stavans



La historia del spanglish en el cine norteamericano es substancial. Para una micro-historia habría que empezar, a manera de epígrafe, con aquella frase célebre de Arnold Schwarzenegger, el actor de origen austriaco, pronunciada en una de las encarnaciones de Terminator segundos antes de disparar el gatillo: "Hasta la vista, baby".

En las mil y una cintas sonoras de Hollywood hechas en los años posteriores a la carrera de estrellas de la talla de Ramón Navarro –por cierto, hay una nueva biografía sobre él recién publicada en inglés que lo analiza desde el contexto latino actual, Beyond Paradise, de André Soares (St. Martin’s Press, 2002)–, la presencia del castellano deliberadamente fallido en la pantalla norteamericana es múltiple. Pero vale preguntarse: ¿Es prudente describir los dimes y diretes de Marlon Brando en ¡Viva Zapata! (1952) como spanglish, o los destapes lingüísticos de Orson Wells en Touch of Evil (1958)? Mi objetivo en esta columna no es el de polemizar, al menos no en esta ocasión. Me interesa notablemente menos la manera en que los gringos ofenden al sacrosanto español que las estrategias que utilizan los directores, guionistas y actores latinos con relación al spanglish. Algunos de estos artistas se reconocen como exiliados latinoamericanos. Otros son inmigrantes que llegaron a El Norte por razones económicas. Y otros miembros más de la segunda o tercera generación latina al norte de la frontera con México.

Propongo, pues, esta lista anotada:

Empezaré con Zoot Suit (1981), de Luis Valdéz, sobre el famoso incidente en Los Ángeles en los cuarenta, en que una ganga de jóvenes mexicanos fue atacada por marineros. El resultado del alboroto fue el juicio legal, ante los ojos del público, del pochismo en general. Valdéz también es el responsable de La Bamba (1987), donde el filipino Lou Diamond Phillips interpreta el papel del trágico rocanrolero Ritchie Valens. Esa última cinta no abunda en diálogos sincopados en spanglish pero sí Zoot Suit. Edward James Olmos interpreta un mítico pachuco en esta película clásica y su idioma, obviamente, está repleto de pochismos.

Otro caso fundamental es El Súper (1979), de los directores Orlando Jiménez Leal y León Ichazo, sobre la vida del inmigrante cubano en Nueva York. La película contiene aquella frase en spanglish que es ya ubicua: "Vacunar la carpeta". El año pasado Ichazo, por cuenta propia, hizo una biografía fílmica del poeta Miguel Piñero, autor de la obra teatral Short Eyes y de una obra poética importante. La cinta se tituló Piñero (2001) y fue protagonizada por Benjamin Bratt. Complació a algunos y enfureció a otros, pero eso no nos incumbe ahora. Lo importante es recalcar la presencia inevitable del spanglish nuyorriqueño en sus escenas.

A mediados de los noventa, John Sayles, a mi gusto uno de los mejores directores de cine independiente, nos ha dado Lone Star (1996), sobre el entrecruce entre mexicanos y anglos en la frontera entre México y EE UU. Una parte de la trama está en spanglish. Sayles aspira desde hace tiempo a crear una obra fílmica que sirva de mosaico de las diferencias ideológicas, étnicas y culturales del pueblo norteamericano. Pero ha emprendido obras que apuntan en otra dirección: por ejemplo, en 1998 hizo la que, si no me equivoco, es la primera película norteamericana enteramente en español: Men with Guns, con Federico Luppi, sobre la rebelión armada en Centroamérica.

En esta microhistoria que he empezado de manera juguetona también juega un papel importante Robert Rodríguez. Él es el director de las exitosas Spy Kids (2001 y 2002 respectivamente), donde los protagonistas son una pareja de hermanitos chicanos de una distinguida familia de espías en la línea del agente británico 007: James Bond. Rodríguez ha colaborado con Antonio Banderas en casi una docena de ocasiones y vuelve a hacerlo en estas dos cintas. Banderas, no está de más decirlo, por lo general habla un inglés golpeado, difícil de entender. Cuando interpreta un personaje latino, que no es el caso de las cintas de Rodríguez, es casi imposible entender lo que está diciendo. Eso, por supuesto, no es spanglish.

Quiero añadir a esta lista los monólogos teatrales que ha filmado John Leguizamo, digamos Mambo Mouth (1991). En ellos el idioma utilizado es, en una palabra, fascinante. Leguizamo es un impostor de primera: interpreta en cada monólogo a media docena de personajes latinos, la mayoría de ellos spanglish-parlantes con acentos y peculiaridades sintácticas individuales. No se me ocurre un mejor promotor del spanglish en el cine que este comediante puertorriqueño. Su último monólogo, también con amplios ejemplos de spanglish, es sobre la relación de Leguizamo con una mujer judía a la que ama profundamente.

Los antecedentes de Leguizamo habría que encontrarlos en la labor humorística de Cheech Marín. Al lado de Tommy Chong –citemos cintas como Cheech and Chong’s Next Movie (1980) y Cheech and Chong’s Nice Dreams (1981), Marín popularizó el estereotipo del chicano maleducado a quien le importa un comino lo que piense de él el gringo promedio. Esa actitud es hoy ley entre los jóvenes. Los nuevos directores latinos rinden homenaje a Marín en sus películas a través de referencias directas o indirectas. Quizás la película más importante de Marín, por lo menos en lo que compete al spanglish, sea Born in East LA (1987), no porque se trate únicamente de una muestra sugerente de lo que ocurre con las así llamadas "culturas y lenguas cruzadas", sino porque sus ejemplos verbales son ya clásicos. Los repiten de memoria los adolescentes latinos de una costa del país a la otra.

Hace poco volví a ver Born in East LA. Sigue las aventuras de un chicano que, por accidente, descubre que está "del otro lado" –e.g., en México– sin un pasaporte estadounidense que le permita regresar legalmente a su país. La película otra vez me pareció divertida. Vi también West Side Story (1961), que en castellano se llamó, en un arranque de kitsch, Amor sin Barreras. Si bien el spanglish utilizado en esta cinta es prácticamente inexistente, el meollo de la trama –una recreación de Romeo y Julieta en Nueva York, en la lucha juvenil entre anglos y puertorriqueños– está, en espíritu al menos, absolutamente spanglishada.

Otras dos películas merecen mención: Alambrista (1973), dirigida por Robert Young, a mi gusto un ejemplo de primerísima calidad del cine latino. Esta es también la primera película de Edward James Olmos, que aquí aparece de borracho en una escena cuya duración es de apenas unos minutos. El spanglish en este experimento de Young sirve de trasfondo a la aventura del trabajador mexicano migratorio. Asimismo, Young dirigió The Ballad of Gregorio Cortés (1983), también con Olmos, sobre el forajido en la frontera en la segunda mitad del siglo XIX. Su desventura deviene de un problema de traducción, y el entrecruce de español e inglés es clave.

Por cierto, Olmos luce un spanglish más o menos estable en otros trabajos suyos: Stand and Deliver (1988), sobre el maestro de matemáticas Jaime Escalante, y la enfadosa Selena (1997), con la debutante Jennifer López, sobre el fatídico incidente que terminó con la vida de la cantante tejana.

La crítica no se cansa de repetir que hasta la fecha la película latina más popular es El Norte (1984) de Gregory Nava, sobre dos hermanos guatemaltecos que viajan de su pueblo olvidado a la Gringolandia multicolor y laberíntica. Esta película se asemeja mucho a Alambrista, incluso en el uso del spanglish y también a Nueba Yol (1996), de Ángel Muñíz.

Para terminar, diré que en los últimos meses el filme Real Women Have Curves (2002) de Patricia Cardoso ha tenido éxito de la crítica y de taquilla. Como algunas de las otras cintas que he mencionado, su formato es bilingüe, con subtítulos en inglés para el público norteamericano.

A lo largo de los años me han caído en las manos los libretos de algunas de estas películas. La manera en que los directores deletrean ciertas palabras o la sintaxis que siguen en sus diálogos no es desconcertante: escriben lo que oyen y oyen lo que escriben.

En fin, esta lista mía ni es exhaustiva, ni está completa. Me he limitado a un puñado de ejemplos. Es probable que en España y en las Américas estos títulos que he dado sean casi del todo desconocidos. Esta ignorancia a veces se extiende a la misma población hispánica en Norteamérica. Es una lástima. Si bien la historia completa del cine latino en los Estados Unidos está por escribirse, y dentro de ella, el acontecer del spanglish como vehículo de comunicación y también expresión de la identidad colectiva, el material a nuestra disposición es ya abundante. Quien le eche un vistazo se dará cuenta de que en Hollywood las voces latinas vienen siendo registradas desde hace décadas.

 

Ilán Stavans tiene la cátedra Lewis-Sebring en Amherst College.

42
Volver arriba

[Página principal] [Reseñas] [Multimedia] [E/LE] [Editorial] [Sugerencias] [Agenda] [Revista de Prensa] [Foros]
¿Quiénes somos? - Correo Revista

©  2010 Ediciones Cuadernos Cervantes

Logo plan Avanza