Vivir en español
Nina Revenga
El pequeño mundo del aula de enlace es tan complejo
y diverso –un reflejo de Babel–, que lo primero que debemos plantearnos es cómo
aprenden los alumnos. Es fundamental tenerlo en cuenta para resolverlo con posibilidades
de éxito. Hay que conseguir con celeridad que nuestros alumnos entiendan
y hablen en español, pues de ello depende, en gran parte, su bienestar,
presente y futuro.
Debemos procurar que lo aprendido en el aula no se olvide en
casa y en la calle. Si la familia es uno de los grandes pilares de la educación
–la convivencia en familia–, en el caso de nuestros alumnos lo es doblemente.
De qué y en qué idioma hablar en casa. Lógicamente, en casa,
se habla el idioma del propio país de procedencia; hay que intentar, activando
la comunicación con las familias, que se viva el español, sobre
todo, en casa. Es bueno compartir con los demás que el español que
cada uno aprende. Aprender y practicar. Hablar pronto y bien. Escribir. Conocer,
cuanto más mejor; lugar, ciudad y país en el que se vive siempre
son de ayuda para integrarse y obtener mayores posibilidades sociales y económicas.
Pero, ¿cómo aprenden los alumnos?
Tres mínimas propuestas. Una canción
Memorizar canciones y rimas es muy recomendable. Para Chen
Liang, un estudiante de primero de la ESO, de 13 años, resulta estimulante
y motivador el uso de canciones en el aula. Mientras que para sus compañeros
de otros cursos superiores los preferidos son cantantes pop como Shakira, y cómo
no, los chicos de Operación Triunfo, Chen Liang es más infantil.
Todavía recuerda las canciones populares chinas que estudió en el
colegio y las canta orgulloso al grupo. En español, su favorita es "Dónde
están las llaves, matarile, rile, rile". Al oírla en la voz
de Chen Liang, el grupo, que de otra forma habría considerado esta canción
demasiado infantil y, por tanto, aburrida, la canta dejando para Chen Liang el
estribillo, convertido en "matalile, lile, lile". No es ninguna broma
la confusión entre la r y la l.
Una vez aprendida por todos la canción, ya conocen una
estructura que difícilmente olvidarán:
"¿Dónde están...?" + plural
"¿Dónde está...?" + singular
"¿Dónde está / n...?" + artículo
definido
Es un buen momento para revisar el "vocabulario del aula"
y que los alumnos se pregunten entre ellos: "¿Dónde está el
borrador?", "¿Dónde está el mapa?", "¿Dónde
están las tijeras?", etc.
Cada alumno es un mundo y un sistema de aprendizaje, por lo
que, como profesores, debemos encontrar y seleccionar los materiales de trabajo
de forma que éste les interese y motive.

Mi diario
Se trata de un ejercicio mediante el cual podremos desarrollar
estrategias de escritura. Aprender a expresar dificultades, dudas, pensamientos.
Es una buena fórmula para hacer necesario el diccionario y utilizarlo.
Una propuesta de trabajo personalizado sobre quiénes
y cómo somos, qué hacemos y qué nos gusta hacer. Aprender
a conocernos.
Un ejercicio abierto, en el sentido de que cada estudiante
trabaja su nivel.
La elaboración del diario resulta interesante, puesto
que obliga a repasar y consolidar vocabulario, a utilizar el diccionario y, muy
en especial, a organizar las ideas. Fomenta la elaboración de textos de
producción propia, asumiendo así el riesgo que produce la experimentación
con palabras y frases nuevas.
Al final, leemos en clase algunos fragmentos de todos los diarios
y activamos la curiosidad de los alumnos por saber qué han hecho los compañeros
durante sus vacaciones. Un ejercicio que nos obliga a escuchar, respetar y aprender
de los demás.
Equivocarse delante de los compañeros no debe suponer
un problema, sino que, por el contrario, mediante el humor y las risas ellos se
deberán sentir más cómodos y seguros en clase. Esta sensación
de seguridad tarda en alcanzarse en el grupo, necesitaremos desarrollarla a lo
largo de todo el curso. La lectura de los diarios supone un ejercicio que estimula
el apoyo del grupo, la diversión y la amistad.
La corrección de los diferentes fragmentos de los diarios
permite centrarse en las necesidades individuales de los alumnos, puesto que todo
el grupo no aprende al mismo ritmo ni de la misma forma. La corrección
del diario propone una atención individual muy enriquecedora para el alumno.
Las diferentes edades y nacionalidades suponen que tengamos un grupo heterogéneo
con un mismo objetivo: la adquisición del español como segunda lengua
y como lengua vehicular dentro del medio escolar que, en definitiva, les permitirá
su integración en la comunidad que han escogido para desarrollarse socialmente.
Un paseo
Vamos a salir de clase. Una vuelta por el barrio de La Latina,
por la Plaza de la Paja y la Plaza de los Carros, en Madrid. O en por la Plaza
del Rey y las Ramblas en Barcelona, las calles de Valencia, etc.
Ampliamos el vocabulario de la calle; vocabulario de objetos,
mobiliario urbano, edificios y locales comerciales, bancos, diferentes tipos de
tiendas y sus nombres, etc. La adjetivación para describir el barrio; en
la plaza: "antiguo", "moderno", "estrecho", etc.
Revisamos los usos de "ser" y "estar": "La plaza es grande
y está limpia". Repasamos construcciones con los verbos pronominales:
"me gusta", "me parece", "me interesa",...
Previamente hemos visto en el aula una escena de situación
en el vídeo del manual Planeta 1 de la editorial Edelsa, donde uno
de los personajes pregunta a otro dónde hay una farmacia. Aprendemos a
pedir información y a dar las indicaciones necesarias. Los alumnos lo memorizan
y representan por parejas en clase, como si ellos fueran los actores del vídeo.
Lo hacen encantados y se preparan para preguntarse entre ellos "¿Dónde
está el mercado de la Latina?", "¿Dónde está San
Francisco el Grande?", "¿Dónde está la panadería?",
... Y dar instrucciones reales, utilizando esta vez el plano de la ciudad o del
barrio, y tomando como puntos de referencia los lugares conocidos o significativos.
Para este y otros ejercicios no encontramos suficientes materiales
didácticos en vídeo que nos acerquen a cómo son los distintos
barrios de las ciudades españolas más importantes: cuál es
su oferta, cómo son; hacen falta vídeos de interés sobre
las ciudades con finalidad didáctica para así poder acercar al alumnado
a nuestras ciudades y nuestra cultura.
Mucho más enriquecedor para todos sería si tuviéramos
pequeños documentales sobre otros países con ejercicios dirigidos
y específicos para los distintos niveles. Debemos destacar los vídeos
de la Editorial Difusión: sus series sobre países hispanoamericanos
y su serie "Gente y paseos por España" son de enorme utilidad
para la enseñanza del español como segunda lengua. Su uso en el
aula de enlace es muy eficaz, si elegimos adecuadamente las secuencias, complementándolas
con las oportunas sugerencias y respondiendo a las preguntas de nuestros alumnos.
De momento, en clase Xue nos habla de Shangai, Marta y Tatiana
sobre Kiev (Ucrania), Jennifer prefiere hablar sobre Cabo Verde en general y Said
de Tetuán. Así, ejercitando en español la memoria de su cultura
y su lengua se sienten más gratificados, en definitiva, son más
felices.
UN MÉTODO PRÁCTICO
Prisma,
de la editorial Edinumen (2002), es un método de español para
extranjeros que resulta muy útil y práctico en el aula de enlace.
Está estructurado en 6 niveles, "Comienza" (A1), "Continúa"
(A2), "Progresa" (B1) "Avanza" (B2), "Consolida"
(C1) y "Perfecciona" (C2), atendiendo a los requerimientos del Marco
de referencia europeo y del Plan Curricular del Instituto Cervantes.
Cada nivel se compone de dos partes "Prisma del alumno" y "Prisma
del profesor", además de un CD de audiciones.
Prisma del alumno consta de doce unidades más
dos de repaso y abarca unas 80 horas lectivas. Cada unidad didáctica se
desarrolla atendiendo a:
Integración de destrezas: una gran parte de las
actividades están planteadas para llevarse a cabo en parejas o grupo, con
el fin de potenciar la interacción, la comunicación y la interculturalidad
Hispanoamérica: se deja sentir en los contenidos
culturales que aparecen en textos y audiciones, lo que permite hacer reflexionar
al estudiante sobre la diversidad del español, como lengua y como prisma
de culturas.
Gramática: se presenta de forma inductiva y deductiva
para que los estudiantes construyan las reglas gramaticales basándose en
su experiencia de aprendizaje o dando una regla general que deben aplicar, dependiendo
de la frecuencia, rentabilidad o complejidad de los contenidos.
Autoevaluación: se sugieren tanto actividades
conducentes a que el estudiante evalúe su proceso de aprendizaje, como
actividades que potencien y expliciten las estrategias de aprendizaje y comunicación.
Prisma del profesor recoge:
Propuestas, alternativas y explicaciones para la explotación
de las actividades presentadas en el libro del alumno, prestando especial atención
al componente cultural y pragmático, con el fin de que el estudiante adquiera
un aprendizaje global.
Fichas fotocopiables, tanto de refuerzo gramatical como
para desarrollar situaciones comunicativas o tareas, dentro y fuera del aula,
para que el estudiante tome conciencia de la diferencia de los intereses individuales,
de su visión del mundo y, en consecuencia, de su propio aprendizaje.
Material para transparencias de apoyo para el proceso
de enseñanza/aprendizaje.
Apéndice de ortografía y pronunciación
con ejercicios prácticos.
Transcripciones de las audiciones.
Claves de los ejercicios.
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