LITERATURA Y PENSAMIENTOEL SIGLO DE CERVANTES
Desde
1547, año en que nació Miguel de Cervantes Saavedra, su vida fue una sucesión
de aventuras y desventuras que, como no podría ser de otra manera, le condujeron
a escribir literatura.
Numerosas innovaciones compositivas y técnicas aportó Cervantes,
como él mismo escribe en el prólogo a Ocho comedias: “fui el primero
que representare las imaginaciones y los pensamientos escondidos del alma, sacando
figuras morales al teatro, con general y gustoso aplauso de los oyentes [...]”.
Entre finales de 1557 y principios de 1558 comenzó a escribir
el Quijote. En 1605, salió de la imprenta de Juan de la Cuesta, sita en
Madrid, El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. Hasta ese momento,
la vida le había dado pocas satisfacciones. Fue a partir del éxito del Quijote
cuando consiguió la tranquilidad y seguridad necesarias para continuar su obra
literaria.
Cervantes y Picasso. Don Quijote y El Minotauro. Si aún hoy en
día queremos encontrar los trazos de lo nuevo, tendremos que sumergirnos
en la obra de estos dos gigantes que han marcado la literatura y el arte del siglo
XX. Pablo Picasso se apoderó de las formas y el pensamiento que conformaron las
artes visuales hasta 1900 y transformó todo ello convirtiéndolo en su propio ser,
haciéndolo suyo. Miguel de Cervantes con el Quijote, su poema épico (así
lo calificó Heine), y también el propio Don Miguel: “que la épica tan bien puede
escribirse en prosa como en verso”
Don Quijote de la Mancha, novela de novelas, se convirtió
en el espejo a partir de cuya imagen se hubo de escribir y rescribir cualquier
suceso, historia real o ficticia en lo sucesivo.
En el capítulo tercero de la segunda parte, el bachiller Sansón
Carrasco dice, refiriéndose a la primera: “es tan clara, que no hay cosa que dificultar
en ella; los niños la manosean, los mozos la leen, los hombres la entienden y
los viejos la celebran [...]”
Lázaro, Celestina y Don Quijote cimentan lo mejor de nuestra
literatura en el español de América. Cervantes es la referencia obligatoria de
nuestra literatura y nuestra lengua.
La influencia de Cervantes en autores y títulos que han fundamentado
la modernidad de la literatura narrando de forma deslumbrante y extraordinaria,
nos obliga a citar al menos dos obras: una, en inglés, The Life and Opinions
of Tristram Shandy, Gentleman (1759-1767) de Laurence Sterne; y otra en francés,
Madame Bovary, Moeurs de province (1856) de Flaubert; José Ortega y Gasset,
escribió en Meditaciones del Quijote: “Madame Bovary es un Quijote con
faldas y un mínimo de tragedia sobre su alma”.
El Quijote es la gran, la más grande novela universal.
Jean Cassou escribió: “el Quijote no interesa sólo a España y a quienes
tratan de encontrar el fundamento de la razón española. El Quijote señala
al mismo tiempo, para el mundo occidental, las fechas más importantes de la historia:
el origen del pensamiento moderno, la ruptura con el mundo ordenado, la desmitificación,
desdivinización del universo.
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