EL ESPAÑOL EN BRASILComo en ediciones
anteriores el pabellón español en el Salón del Estudiante
de Brasil despertó una gran expectación.
Después
de la devaluación del real en 1999, la evolución de la economía
brasileña ha sido enormemente positiva, lo que ha permitido recuperar el
relativo descenso de la demanda sucedido en este intervalo. De cualquier modo,
el interés por el español no sufrió la recesión y
se ha mantenido y aumentado. Las perspectivas del país siguen siendo formidables,
tanto para la industria editorial como para los proveedores de servicios educativos,
especialmente los que ofrecen cursos de español.
La demanda de cursos de español se sitúa inmediatamente
después de la de inglés, acercándose rápidamente a
ésta. Según datos de Belta (asociación brasileña de
agentes de viajes educativos), el número de inscripciones para seguir cursos
en el extranjero ha aumentado un 30%, alcanzando la cifra de 20.650 estudiantes.
También ha aumentado el tiempo medio de la estancia en el extranjero, pasando
de 9,2 semanas a 9,4 semanas. Los destinos mas demandados siguen siendo, por este
orden, Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y, en cuarto lugar, España.
Por tramos de edad, el 32% de la demanda corresponde al grupo
entre 19 y 24 años, el 28% al grupo de 16 a 18 años, el 23% al de
25 a 30 años, el 7% al de 12 a 15 años y sólo el 1% al de
8 a 11 años. El mayor incremento se ha producido en el grupo de 25 a 30
años, debido a la mayor presión del mercado laboral que exige un
mayor dominio de las principales lenguas de comunicación.
Salão do Estudante 2001
Todas estas cifras tuvieron reflejo en la afluencia de visitantes
al Salón del Estudiante, tanto en São Paulo como en Belo Horizonte
y Río de Janeiro, donde se han incrementado, en cantidad y calidad el número
de aquellos. En términos de imagen-país y de presentación
genérica de la oferta española, los resultados han sido inmejorables.
España era el país mejor percibido en la feria, tanto físicamente
(el pabellón español ocupaba casi un tercio de la superficie total)
como según otros parámetros (interés de los visitantes, visitas
a los stands, número de prescriptores de opinión asistentes).
El grado de satisfacción expresado por los expositores españoles
fue muy alto. Cabe destacar que en esta edición del Salão hubo más
empresas editoriales presentes. A la ya tradicional presencia de Edelsa y SGEL
hay que añadir la de Anaya y Espasa E/LE, recién incorporados al
mundo de la enseñanza del español para extranjeros y que están
realizando una fuerte campaña de promoción durante el año
2001. Esa presencia editorial española se complementa con información como
la adquisición de la Editorial Moderna por parte de la española
Santillana (véase Revista de Prensa, pág. 64), que se suma
a las acciones del Grupo Anaya, que inició en 1999 su andadura brasileña
con las compras de las editoriales Scipione y Attica de las que posee el 50%,
compartido, por motivos de estrategia, con la editorial brasileña Abril.
Ambas son indicadores claros del interés que despierta el mercado brasileño,
de su potencialidad y perspectivas a corto y medio plazo. Aunque la anunciada
reforma legislativa que prometía hacer obligatoria la enseñanza
del español finalmente no se ha producido, la alternativa elegida por los
legisladores brasileños es igualmente una buena noticia. El español
pasa a ser una opción de obligado ofrecimiento en toda la enseñanza
secundaria: un paso más en el camino de un país que ha decidido
ser bilingüe.
Hay que mencionar, con entusiasmo, el gran apoyo y cobertura
que el Instituto Cervantes de São Paulo brindó a los expositores
españoles, ofreciéndoles su asesoramiento y coordinación
de diferentes actos.
En definitiva, una excelente experiencia que corrobora lo acertado
de la "apuesta brasileña" que Español Recurso Económico
(E/RE) emprendió hace ya cuatro años.
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