La difusión del españolEntrevista con Carol E. Fox
Óscar Berdugo
Cuadernos
Cervantes ofrece en este número una entrevista con Carol E. Fox, presidenta
de la Federación Internacional de Asociaciones de Profesores de Español
(FIAPE) y de la correspondiente asociación estadounidense, la American
Association of Teachers of Spanish and Portuguese (AATSP). De esta manera se inaugura
una nueva etapa de colaboración entre Cuadernos Cervantes y FIAPE, iniciativa
que nace con el objetivo de difundir la enseñanza del español y
apoyar a sus profesionales.
Carol Fox posee ese tipo de miradas que anuncian una determinación,
una voluntad dispuesta a superar las pruebas que sean necesarias. En su nueva
condición de presidenta de la flamante Federación Internacional
de Asociaciones de Profesores de Español (FIAPE) no le van a faltar ocasiones
de demostrarlo. Es la cabeza visible de un auténtico ejército de
decenas de miles de profesores de E/LE que a través de sus asociaciones
nacionales se han integrado en FIAPE. Profesores que ejercen su labor en los más
diversos ámbitos geográficos y culturales unidos en la tarea común
de extender el conocimiento del español. Esta entrevista tiene lugar en
un hotel de la Gran Vía madrileña, pero por los temas de la conversación
y por el espíritu que rige FIAPE bien pudiera haberse celebrado en Pennsylvania,
el estado donde reside actualmente la señora Fox, fundado por el mítico
William Penn con el presupuesto de convertirlo en una tierra de acogida. Eso es
FIAPE ni más ni menos, una tierra de acogida, un lugar de encuentro para
las decenas de miles de profesores de español de todo el mundo, un instrumento
necesario en la nueva sociedad global. Y, como Jefferson en Pennsylvania, han
firmado una constitución (FIAPE) para un nuevo país (el universo
E/LE).

Óscar Berdugo (Cuadernos Cervantes) ¿Cuál es el sentido
y el alcance de FIAPE? ¿Cuál fue la génesis de la idea de FIAPE?
¿Qué ha suscitado el interés de profesores de español de
tan diversas procedencias?
Carol Fox: Hace dos años nos reunimos en Toledo,
en septiembre de 2001, aunque desde antes ya pensábamos en una colaboración
de esta índole en España y fuera de ella, con prioridad en la enseñanza
del español como segunda lengua. El aumento del interés en el estudio
del español ha producido la inquietud de saber cómo se enseña
el español en varios países y queríamos tener una entidad
internacional que pudiera unir a varios grupos. Con estos elementos empezamos
a pensar en la posibilidad de hacer una federación de varias asociaciones.
C.C. En estos momentos FIAPE reúne a 14 asociaciones de todo
el mundo, con presencia en todos los continentes.
Es verdad, sí, excepto de África. En total, FIAPE
agrupa a unos 40.000 profesores de español que ejercen en países
como Alemania, Austria, Bélgica, Brasil, Corea, Francia, Hungría,
Irlanda, Noruega, Rusia, Reino Unido, República Checa y, por supuesto,
en Estados Unidos. Espero no haber olvidado ninguno.
C.C. Visto desde fuera, realmente, esto parece una formidable fuerza
internacional.
(Risas) Claro… y hay diversos intereses… en algunos países
la enseñanza del español es algo relativamente nuevo. En nuestro
país, por ejemplo, en EE UU, en los últimos cinco años ha
aumentado muchísimo por la migración de hispanos a nuestras aulas
de clase. Y creo que además el ingreso de España en la UE también
aportó una dinámica muy interesante a la enseñanza del español
en el mundo.
C.C. La organización interna de FIAPE puede plantear varias
preguntas. Por ejemplo, ¿cómo se va a manejar y a compaginar el hecho de
que haya asociaciones muy numerosas, como la suya, además implantadas en
un país en el que el español es casi un fenómeno de masas,
junto con asociaciones de países en los que la enseñanza del español,
siendo importante, es minoritaria…? Esto suscita una manera de gobernar FIAPE
muy interesante, porque hay que manejar intereses muy diferentes.
Esto forma parte de nuestro interés en ayudar a los
que no tienen tantos recursos y a la vez es un plan unitario. El voto de las asociaciones
con más asociados es igual al de las que tienen menos: es parte de nuestra
responsabilidad para con el mundo de la enseñanza del español.
C.C. Como presidenta debería preguntarle si es consciente
de las enormes posibilidades que se abren para un colectivo tan grande que aúna
40.000 voces… Por un lado es capaz de generar nuevas iniciativas en el mundo editorial,
en el de la enseñanza, la formación de profesores...
Sí. Esto se ha pensado; es una iniciativa bastante nueva.
Nosotros pensamos que FIAPE puede llegar a convertirse en el vehículo a
través del cual todos los sectores involucrados en la enseñanza
del español para extranjeros puedan detectar las necesidades, los nuevos
caminos que demandan los profesionales en todo el mundo. Hay numerosas oportunidades
y ésta es una de las grandes ilusiones, de las posibilidades, que tenemos.
C.C. De alguna manera, ¿el objetivo principal de FIAPE sería
contribuir a una mayor difusión del español?
Claro que sí, una mayor difusión del español.
Pero también es ayudar a los estudiantes y profesores a saber cómo
se enseña y se aprende español, y cuál es la mejor manera
de hacerlo, de que se interesen en el estudio. Es una reunión de asociaciones,
no son individuos, y por tanto se reúnen los representantes de cada grupo
que trabajan en nombre de sus miembros. Así pueden aportar una serie de
ideas diferentes, incluso para los congresos –vamos a tener un congreso en 2005–,
para poder iniciarles en las nuevas ideas en cuanto al estudio del español.
C.C. La idea invita a una reflexión casi obvia: la mejor manera
de ayudar a difundir el español es ayudar a los profesores que lo enseñan.
Desde luego que sí, exactamente, ellos son los que necesitan
mucha ayuda. Como acabas de decir, hay muchos países que no tienen muchos
recursos, incluso el nuestro. Naturalmente que trabajar con los profesores, entre
los profesores, en un entorno internacional y multicultural es la mejor manera
de ayudarlos y de ayudar a la difusión del español… sí, sin
duda, es la mejor manera.
C.C. El Congreso de 2005 va a ser la primera gran cumbre de FIAPE.
¿En qué va a consistir? ¿Dónde se va a celebrar? ¿En qué
espacio?
Empezamos a pensar en el congreso hace ya dos años.
Tendrá lugar en Toledo del 20 al 23 de marzo de 2005. 2005 será
un año significativo para el mundo de las lenguas, especialmente del español,
ya que es el mismo año en el que celebramos 500 años desde la publicación
de El Quijote; asimismo en EE UU hemos designado 2005 como el año
de la enseñanza de idiomas.

El I Congreso de FIAPE se desarrollará en Toledo, gracias
a la ayuda de la Universidad de Castilla-La Mancha. Tendremos dos días
y medio de sesiones y talleres, y habrá una programación cultural
complementaria para los asistentes. Los aspectos organizativos no son sencillos,
hay que manejar muchos calendarios diferentes (risas…). El Congreso está
inspirado en las ideas que tenemos sobre cómo se enseña español
fuera de España y queremos compartirlas. En la página Web de FIAPE
(www.fiape.org) se detallan los aspectos principales del Congreso que girará
en torno a los siguientes temas: enseñanza de E/LE, situación del
español en los distintos sistemas educativos y actuaciones institucionales;
recursos didácticos en el aula de E/LE, bilingüismo e interculturalidad
en la clase de español, español para fines específicos…
El procedimiento de participación en el Congreso es
sencillo: cualquier miembro de las asociaciones que forman parte de FIAPE puede
presentar una ponencia o propuesta de taller para el Congreso. Posteriormente,
el comité designado para ello, seleccionará las ponencias más
relevantes según los temas, para los aproximadamente dos días y
medio de trabajo. Por supuesto también podrán asistir profesores
que no sean miembros de FIAPE.
C.C. Resulta fascinante pensar en la posibilidad de una reunión
de profesores procedentes o bien de la República Checa, o bien de Corea,
junto con profesores estadounidenses o brasileños… es como una torre de
Babel unida por un nexo...
Sí, unida por el español, y nunca ha habido una
empresa de este tipo. Es la primera vez que nos reunimos de esta forma. Es curioso
porque nuestra asociación, la AATSP, también tiene un componente
multicultural, reúne a gente de muy diversas procedencias, pero sin duda
esto tendrá otra dimensión. No es más que un reflejo de lo
que hoy es el español en el mundo y una proyección de lo que va
a ser.
C.C. Tengo entendido que la secretaría permanente
de FIAPE está en Toledo por cortesía de la Universidad de Castilla-La
Mancha, ¿en el futuro se prevé que esta sede permanente vaya cambiando?
Sí, la secretaría se va a trasladar a la Universidad
de Salamanca después de un año, después del Congreso. Agradecemos
a la Universidad de Castilla-La Mancha su ayuda en la puesta en marcha y consolidación
de FIAPE, pero desde el principio se ha considerado que FIAPE tendría una
sede rotativa. FIAPE tendrá sede en España por razones financieras
y legales; después de Toledo, se supone que se mantendrá en Salamanca
un par de años y luego se trasladará a otro lugar.
C.C. ¿Tienen previsto que la celebración de las reuniones
y congresos sea siempre en España o puede ser en otros lugares?
Cabe la posibilidad de que sea también fuera. La verdad
es que no hemos llegado a decidir exactamente cómo será, aunque,
claro, es más fácil celebrarlos en España por razones, como
acabo de decir, de índole legal y financiera. Para ello, hay que buscar
el apoyo de empresas e instituciones que estén interesadas en colaborar
en este proyecto.
C.C. Querría añadir ahora algunas preguntas sobre usted
misma, sobre su trayectoria profesional y su doble condición como presidenta
de la asociación más numerosa de las que integran FIAPE y a la vez
como presidenta de FIAPE. Usted se ha dedicado profesionalmente a la enseñanza
del español durante muchos años...
Sí, muchos años. Yo empecé a dar clase
ya desde el comienzo de mis estudios de postgrado. Ingresé en la Universidad
de Illinois, en EE UU, donde cursé el Master y luego el Doctorado en Estudios
de Literatura Española, con segunda especialización en francés.
Al terminar la tesis comencé una carrera en diversas facetas: primero di
clases en una escuela primaria, después tuve un cargo en las escuelas públicas
en Massachusetts, donde pasé trece años como directora y supervisora
de los programas de idiomas. Con este bagaje me trasladé a la Universidad
de Mississippi, en el sur de los EE UU, donde trabajé como profesora de
español y francés, pasé un año en Pennsylvania, en
Dickinson College, que se especializa en asuntos internacionales, y finalmente,
en el año 1989, me nombraron directora del programa de estudios de idiomas
en la Universidad de Arcadia, en Filadelfia. Desde 2001 soy directora ejecutiva
de la American Association of Teachers of Spanish and Portuguese (AATSP).
[La AATSP fue fundada en Nueva York, el 29 de diciembre de 1917, con el nombre
de American Association of Teachers of Spanish, cuando el latín y el griego
dominaban todavía el currículo en EE UU y cuando el francés
y alemán se situaban inmediatamente después. El nombre de la asociación
se cambió en 1944 para dar cabida al portugués]. Con este nombramiento
he dejado mi trabajo de enseñanza y me dedico solamente a esta asociación.
Disponemos de un equipo de cinco personas, incluyéndome a mí, en
una oficina en las afueras de Filadelfia. Nuestra asociación, al ser EE
UU un país tan grande, cuenta con una sección en cada estado, a
modo de delegación de la nacional. Así, si uno se inscribe en la
AASTP, queda registrado en su correspondiente estado. Organizamos un congreso
anual (este año en Acapulco), donde se reúnen profesores y maestros
de español y portugués. Hace dos años nos reunimos en Brasil
con gran asistencia de público interesado en los estudios brasileños.
Publicamos una revista muy conocida, Hispania, que trata aspectos de todo
tipo, literarios, reseñas de libros, de novelas, anuncios varios. Es la
publicación sobre el español de más relevancia en Estados
Unidos. Tenemos muchos socios fuera del país, con lo que la revista se
distribuye en bibliotecas dentro y fuera de los EE UU. Publicamos una serie de
libros de texto, que son manuales para profesores, el último versa sobre
el aprendizaje en comunidad, uno de los métodos más importantes
para involucrarnos en la comunidad hispana de los EE UU. Organizamos también
talleres de corta duración sobre temas específicos.
C.C. Supongo que toda esa trayectoria le permite tener un punto de
vista privilegiado sobre la situación del español en EE UU: quizá
nos podría comentar algo acerca de cómo ve la situación del
español y cómo ha ido cambiando en los últimos años.
Es curioso, porque es a comienzos del siglo XX, más
concretamente en 1917, cuando se creó nuestra Asociación, se estudiaba
alemán como lengua extranjera, pero muy pocos aprendían español.
En los años 50 se empezaron a estudiar más idiomas y ahora mismo
hay muchísimos estudiantes de español en EE UU (y su número
va aumentando) en todos los niveles de enseñanza. Ahora los padres quieren
que los hijos aprendan español, sobre todo en la educación primaria,
porque saben que mucha gente debe saber español para convivir con la creciente
comunidad hispana que vive y trabaja en EE UU, en su propia ciudad. Antes, el
objetivo de aprender español era para estudiar en el extranjero, para viajar.
Ahora es más bien para participar en el mundo global.
Otro tema presente en EE UU es el fomento de la práctica
del bilingüismo. Se propone tener clase en el segundo idioma, es decir en
español, durante todo el día, sobre todo en las escuelas, o realizar
un programa de inmersión, con parte del día en español y
parte en inglés; también se propone mantener todas las clases en
español y alguna en inglés. Este debate ha llegado a ser un tema
político, porque parece que el dinero que el gobierno quiere ofrecer a
la enseñanza de idiomas se ha reducido por una serie de razones en los
EE UU. Lo que ocurre ahora es que el interés en la enseñanza del
español en EE UU es más bien para mejorar el perfil profesional:
si uno quiere trabajar en un banco o en asuntos internacionales, entonces hay
que aprender español; si uno quiere trabajar como médico, abogado
o trabajador social, entonces tiene la idea de estudiar español para sus
propios fines.
Desgraciadamente, y esto es un poco negativo, se ha producido
un fenómeno inverso en el estudio de la literatura y la lengua española
en cuanto a especialidad universitaria –como era antes una carrera de filología–
donde el interés se ha reducido bastante, lo que ha afectado a los profesores
en el ámbito universitario; ahora hay menos doctorados en español
y bastantes menos plazas. El fenómeno contrario se ha producido en el ámbito
de la escuela secundaria, donde hay una escasez de maestros. Gracias a la labor
de las autoridades educativas españolas estas plazas se están ocupando,
es el denominado visiting international faculty. Acabo de estar en Salamanca
dando clase a un grupo de estos profesores que van a estar durante tres años
en EE UU, gracias a este tipo de acuerdo que se realiza con cada estado.
En la metodología de la enseñanza del español
también se ha cambiado mucho, se estudia en colaboración, hay grupos
pequeños que usan todo tipo de tecnología –que no es solamente ir
al laboratorio de idiomas, como antes–; ahora cada libro de texto tiene un CD-ROM,
o un website y los estudiantes tienen acceso a mucho más material
en este momento.
Finalmente,
yo creo que hay muchas esperanzas en el futuro de la enseñanza del español
en EE UU, aunque se debe hacer una advertencia: sí, en EE UU hay un gran
interés en estudiar español, pero los profesores de francés
y alemán –que son los dos idiomas que más se estudian en número
en las escuelas secundarias y en universidades– y especialmente los de alemán,
ya saben que para sobrevivir tienen que utilizar nuevos métodos, los más
interesantes, y que tienen que ser los mejores profesores. Los de español,
por el contrario, saben que pese a todo tendrán alumnos y que no necesitan
esforzarse mucho, con lo que se puede caer en cierta rutina, en no preocuparse
por innovar. Muchos ya no están al tanto de las nuevas corrientes, ni tienen
el vigor de los profesores, por ejemplo, de alemán, que se dicen "o
lo hago bien o pierdo mi puesto". Yo animo a la gente para que se dé
cuenta de esto y trate de mejorar siempre. Yo creo que hay que dar más
ánimo a los profesores de español para que aprovechen las oportunidades
de grupos como FIAPE o los programas de intercambio que ofrecen las instituciones
españolas a través de la Embajada de España en EE UU, ya
que son oportunidades para mejorar su situación y no quedarse estáticos
en su profesión.
C.C. Hay especialistas que dicen que cabe la posibilidad incluso
de que EE UU se convierta en un país bilingüe.
Sí, eso dicen, pero yo lo dudo. En los EE UU hay gente
que no tiene mucho más interés, y hay un movimiento, el English
Only, que está en contra de todo esto, porque ponen siempre el modelo
de Canadá como algo negativo por los problemas y gastos que causa. Es seguro
que hay mucho interés en estudiar español: uno puede incluso ir
a obtener un permiso de conducir y hacerlo en español; hay muchos letreros
por todas partes, en el cajero automático te preguntan "¿inglés
o español?", si haces una llamada telefónica para pedir información
en cualquier lugar te la ofrecen en español, pulsando una tecla... Da la
impresión de que hay mucho español por todas partes, pero llegar
al momento de que el país sea bilingüe... francamente, lo dudo; históricamente
no hay precedentes.
C.C. Le preguntaba esto porque, en cierto modo, el interés
que hay por la enseñanza de español en EE UU y el hecho de que la
comunidad hispana esté creciendo tanto, es lo que incita a mucha gente
de otros países no hispanohablantes a aprenderlo, en vez de que sean los
países hispanohablantes los que fomenten su enseñanza.
Sí, es fascinante, y no ocurre así en ningún
otro país. Como te decía antes, aprender español sólo
hace unos años era para viajar, para mejorar vocabulario, o casos de este
tipo, pero ahora es para vivir con el pueblo, porque hay muchos hispanos. Y no
es sólo en Florida o Texas: es así en todas las zonas. Puedes ir
a una tienda y tendrán todo tipo de productos hispanos. En televisión
hay dos cadenas nacionales y ahora se está hablando de cómo en los
programas de televisión siempre hay que tener un hispano entre los actores...
Es parte de la vida, la cultura popular, la música y todo lo que se asocia
con la gente joven... e incluso con la política: no hay más que
ver a los dos candidatos a la presidencia: ellos intentaron hablar español
–aunque hablaban muy mal, con unos errores horribles…– para atraer al público
hispano. Sí, hay mucha influencia.
C.C. ¿Una recomendación para los profesores de español
que trabajan en todo el mundo, ya que representas a FIAPE, que es una federación
internacional?
Bien, yo creo que sería muy interesante que hubiera
más asociaciones integradas en FIAPE. En la asociación hay representados
ahora 14 países y estamos abiertos a cualquier grupo o asociación
nacional para la enseñanza del español. Habrá muchas oportunidades
para que otros grupos se asocien con FIAPE: yo les animo, quizá en el Congreso
mismo, porque vamos a invitar a participar a personas y asociaciones que no son
socios, para que vean cómo es FIAPE, para que se presenten y ver si les
interesa la idea. Creo que lo más interesante es ampliar los horizontes,
enterarse de lo que está pasando, de cómo se enseña en cada
sitio, cuáles son las destrezas que se esperan en un país y en otro,
cuál es la formación de profesores de un país y en otro...
Por ejemplo, me interesa saber por qué en Corea hay tanto interés
en el español, cuáles son las iniciativas que parten de un país
pequeño... Es responsabilidad del profesor seguir aprendiendo de los demás.
¡El mundo se ha abierto tanto...! Y sobre todo, según mi opinión,
internet ha cambiado la percepción del mundo. En un momento, hoy día,
yo puedo entrar en el periódico, en la vida de la gente de todo el mundo
y esto da muchas oportunidades de conocer gente y mundo, de saber cómo
es la vida fuera de nuestras calles. Creo que una asociación como FIAPE
empieza con algo ya hecho, porque todos nos interesamos en el español,
pero es mucho más: es saber cómo es un país, cuáles
son los intereses de la gente que se inscribe en cursos de español –que
es diferente, incluso en términos de bilingüismo– ...no sé,
es una manera de aprender de la gente. En un par de minutos se sabe que tenemos
mucho en común, pero a la vez tenemos mucho que aportarnos unos a otros.
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