ENTREVISTA A LA FEDERACIÓN DE GREMIOS DE EDITORES DE ESPAÑA
ANTONIO MARIA ÁVILA
Doctor en Derecho y Licenciado en Ciencias Políticas. Administrador Civil del
Estado. Desde 1997 es el Director Ejecutivo de la Federación de Gremios de Editores
de España.
MARICRUZ MORENO
Economista, trabaja desde 1987 en la Federación de Gremios de Editores de España
como Directora de Comercio Exterior organizando las Ferias en el extranjero.
- Ustedes han viajado a la Feria Internacional del libro de Guadalajara
en representacion de la Federación de Gremios de Editores de España, ¿podrían
hacer un balance general de la feria? ¿Cuál ha sido el papel de la Federación?
¿Se han cumplido sus expectativas?
AMA: El balance de nuestra participación en la Feria es enormemente positivo,
en un doble sentido. Primero, se trata de una feria comercial, y en ese sentido
los contactos y los negocios que la federación ha realizado son muy satisfactorios.
Hay un alto grado de satisfacción por parte de todos los editores por los contactos
establecidos en la Feria. Por otro lado, en cuanto a las actividades estrictamente
culturales de la feria, bien las que ha organizado el Ministerio en colaboracion
con la Federación de Gremios de Editores de España, bien las de la propia organización
ferial, tenemos que decir que, en líneas generales, la asistencia de público ha
sido masiva, y el papel y el nombre de España en los medios de comunicación mexicanos
ha sido muy relevante.
Creemos que se han cumplido perfectamente las previsiones que teníamos, tanto
desde el punto de vista comercial como cultural, pero con independencia de polémicas
caseras que surgieron y que han tenido más repercusión en España que allí.
La Federación de Gremios de Editores de España tiene tradicionalmente el stand
más grande de la Feria de Guadalajara, más de 600 metros, y que además
se halla acompañado por los stand de algunos de los gremios que engloba la federación,
como el de Andalucía, el de Cataluña, etc. En este stand hay una parte
colectiva, que ocupan los libros de las distintas editoriales clasficados portemática,
y hay también cincuenta módulos módulos en los que se individualiza a cada editorial,
lo que en total significa casi 200 empresas. Con independencia de esto también
participaron grandes empresas españolas y otras editoriales con stand propio
que, en definitiva, hicieron de la presencia española algo totalmente masivo.
MM: Había ademas un gran número de comerciales que aumentaba aun más la presencia
de las editoriales. De una u otra manera, nosotros calculamos que habría más de
350 editoriales presentes en la Feria, lo que dice mucho de la presencia española.
Todos los años es una presencia destacada, pero este año con más razón, al ser
España el país invitado de honor.
En total, se exhibieron en nuestro stand más de 5.000 títulos de materias
diferentes, como Bellas Artes, Literatura, Derecho, Medicina, etc., además de
CD-ROMs, vídeos y casetes, catálogos, revistas culturales, etc.
Se puede decir que los resultados han sido muy positivos, debido a los numerosos
contactos de las editoriales españolas con profesionales de Hispanoamérica y EE
UU, distribuidores, editores y autores. En los días dedicados al público, la mayoría
de los visitantes fue de nacionalidad mexicana. Se cumplieron los objetivos que
se planteaban, que eran fundamentalmente cuatro: mostrar una buena exhibición
de libros y catálogos, contactar con profesionales del sector, informar sobre
el sector editoral español y colaborar con los propios participantes.
- ¿Se han visto avances en la implantación del libro español en Hispanoamérica
y en el resto del mundo? ¿Cuáles son los ámbitos de actuación exterior de la Federación,
en líneas generales?
AMA: Tenemos que señalar que a nosotros no nos gusta hablar de "libro
español", sino de "libro en español", porque entendemos que lo
importante es la presencia del idioma español con independencia de su origen.
Obviamente, Hispanoamérica para los editores españoles es importante: más del
50% de la exportación española de libros va a Hispanoamérica. Creemos que tenemos
una presencia correcta, adecuada, y además tradicional, es decir que es un esfuerzo
de muchos años, de muchos editores, que están presentes no sólo en mercados más
importantes, como el mexicano, sino en mercados pequeños como Paraguay o Bolivia,
de los que nadie se acuerda, y que para nosotros son tan importantes como los
primeros.
En cuanto a los países de habla no hispana, la información de que disponemos
nos permite decir que estos dos últimos años han sido excelentes. Las cifras de
1999 se conocen, y las de 2000 todavía no son públicas, pero le puedo decir que
ha vuelto a crecer la exportación a la Unión Europea, a los países PECOS, ha crecido
muchísimo la exportación a los EE UU. Sin embargo, todavía es mucho lo que tenemos
que hacer porque, pese a estos crecimientos de los dos úlitmos años, la presencia
española en el exterior sigue siendo insuficiente, tanto en EE UU como en el extremo
oriente, países como Rusia y otros mercados.Por tanto, tenemos uns retos que asumir,
aunque todos los años se va creciendo.
Los ámbitos de actuación preferente para nosotros son Hispanoamérica, la Unión
Europea, EE UU, el Norte de África, y poco a poco, vamos intentando implantarnos
en el lejano Oriente.
MM: En cuanto a cifras, podemos ofrecer el ejemplo incuestionable de México,
que ocupa un lugar privilegiado en las relaciones comerciales con España. La nueva
situación política mexicana y el crecimiento económico son dos factores que influyen
enormemente en el optimismo de los inversores extranjeros. En 1999 España exportó
9,487 millones de pesetas en el sector del libro a México, frente a los 7.590
millones de 1997. Las cifras del sector editorial para 1999 hablan de 8.821 millones
de pesetas, y las de la exportación directa de los propios editores, de 7.881
millones. México se sitúa así en el segundo puesto por detrás de Francia en cuanto
al ranking de países exportadores de libros españoles.
- ¿En qué medida debe o puede contribuir el libro español cambiar la apreciación
de "lo español" en el mundo? ¿En su opninión ha cambiado la imagen de
España en Hispanoamérica?
El libro español está contribuyendo desde hace muchos años a la percepción
que tiene los hispanoamericanos de España. Piense que durante mucho tiempo, desde
los años cincuenta en adelante hasta prácticamente mediados de los ochenta, los
únicos empresarios españoles que iban a Hispanoamérica eran los editores. Por
ello, gran parte de la imagen que tiene España allí hasta ahora se había creado
exclusivamente por los editores. Obviamente ahora han llegado grandes empresas
y corporaciones del ámbito editorial y de la comunicación que son más fuertes
económicamente, pero no creo que por ello haya mejorado la imagen de España y
de lo español que habían implantado los editores tradicionalmente. La política
de los editories con respecto a la América hispana es casi una "política
de Estado", con independencia de los distintos regímenes políticos y hecha
con enorme cariño, con una presencia además en todos los organismo hispanoamericanos
por parte de la Federación de Gremios de Editores de España, que guarda unas magníficas
relaciones con sus colegas del otro lado del Atlántico. Por otro lado, es verdad
que la imagen de España en el mundo ha mejorado mucho desde la Transición a la
democracia.
- La lengua española está en plena expansión en el mundo, en países como
EE UU, Brasil, Japón, etc., ¿cómo se presentan estos mercados "emergentes"
para los editores?
AMA: Lo que nos gustaría es que fuera una realidad, que la expansión de la
lengua española conllevase la expansión de los mercados editoriales, pero no siempre
es así. En Brasil se supone que el español está creciendo, pero eso se supone,
datos reales no los tenemos. En EE UU los datos que hay no son tan optimistas
como la información que aparece en los medios o la propaganda política. Yo creo
que siguen siendo retos más que otra cosa, porque la presencia,por ejemplo, del
español en Internet continúa siendo muy reducida. El español es una lengua que
teóricamente debe estar en expansión en estos mercados que Vd. cita, pero que
si no hay una acción estratégica de los poderes públicos, tanto españoles como
hispanoamericanos, con una acción de política de Estado, difícilmente va a crecer.
No nos debemos dejar engañar, crece el número de hablantes de español porque crece
el número de hispanoamericanos, pero fuera es mucho el trabajo por hacer. En definitiva
creo que las cifras reales no fundamentan el optimismo que hay, como ha reflejado
el Anuario del Instituto Cervantes, que reduce mucho este optimismo. Uno de los
objetivos fundamentales es la presencia masiva del español en Internet.
MM: Lo cierto es que todavía hay trabas a la entrada de editores españoles
en mercados como el estadounidense, que tienen sus reglas propias de distribución
y resultan bastante restringidos para el editor español. En esta feria fueron
invitados 200 miembros de la American Library Association, aprovechando
la cercanía geográfica, pues nos resulta más difícil acercarlos a España. Resulta
difícil que los editores españoles entren en el mercado estadounidense sin la
mediación de los libreros y distribuidores.
- En términos generales, como ha dicho el señor Ávila, la Feria Internacional
del libro en Guadalajara ha sido un completo éxito para nuestro país. Sin embargo
desde aquí se ha prestado más atención en los medios a una polémica entre escritores,
¿cuál es su opinión sobre este asunto?
Pues mire Vd., allí en Guadalajara no hubo polémicas, allí la gente ni se enteró.
Se fueron enterando cuando llegaron a España. Nosotros entendemos que fue una
pelea entre autores, con unos temas muy locales, españoles, que no interesaban
en absoluto al público general de la Feria. A nosotros no nos influyó de ninguna
manera, sino al llegar a España, cuando vimos que esta polémica había inundado
dos o tres periódicos. Pero allí, en nuestra gestión cotidiana y en la marcha
ordinaria de la celebración de los actos no influyó para nada. Como Vd. comprenderá,
una pelea entre españoles en México no le interesa a ningún mexicano.
- ¿Es satisfactoria a su juicio la actual política cultural del Gobierno?
¿Qué medidas de promoción exterior deberían adoptarse por parte de las instituciones?
Nosotros creemos que debe existir una política de Estado para el libro. Hay
indicios, hay negociaciones, pero todavía no se ha explicitado tal política, cuyas
metas más importantes serían la expansión del español en el mundo, un mayor respeto
a la propiedad intelectual, una campaña imaginativa de promoción de la lectura,
etc.. Hay muchas cosas a medio hacer, pero no hay ninguna concretada. No hay,
por ejemplo, una comparecencia parlamentaria de todas las fuerzas políticas, para
que se apruebe esa política de Estado para el libro, hablilitando además los recursos
financieros necesarios para hacerlo. No se trata solamente de firmar un papel
que se quede en una mera declaración de intenciones, sino de poner en marcha las
políticas que en el papel se desarrollen. En ese sentido hay buena voluntad, pero
no hay concreción.
Las medidas culturales deben ser más concretas, más singulares y con más recursos
financieros. Sobre todo en esto último, la Administración Pública debe implicarse,
no sólo en la promoción del español. Si se analizan las aportaciones del mundo
de la cultura al PIB español, se ve que prácticamente el 90% es aportación privada.
La aportación pública es muy reducida o mínima. La política cultural está, en
primer lugar, demasiado diluída, le falta un punto de referencia, al libro le
hace falta, como decíamos, la aprobación de una política de Estado con tres o
cuatro objetivos muy básicos y muy concretos a medio plazo y, desde luego, con
recursos financieros. Sin recursos financieros todo quedará en nada.
No hay demasiada coordinación entre Administración central y autonomías en
este campo, lo que debería hacer pensar en estrategias y tácticas para la política
cultural como la creación de algún organismo coordinador. En ese sentido, es un
buen ejemplo lo que ocurre en la Federación de Gremios de Editores de España,
que es una federación de gremios en la que existe una coordinación perfecta y
un flujo de información muy transparente, pero respetando la independencia de
cada gremio, pues las políticas de la Federación están consensuadas previamente.
Por último, nos gustaría insistir en que uno de los problemas que tiene la
Administración española es que no se acaba de creer la trascendencia, no sólo
cualitativa sino económicamente cuantitativa, que tiene el sector cultural del
español para la economía española, para la economía española, para la balanza
de pagos española y para la imagen de España en el exterior. Hay magníficos funcionarios
que sí son conscientes, pero en líneas generales las autoridades políticas no
son todavía conscientes de la importancia económica, política y cultural que tiene
el español, la lengua y la cultura, para nuestro país. España puede perder o coger
este tren, ahora es el momento más importante.
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