Haciéndose
el sueco
Dificultades que encuentra el sueco al aprender español
Hoy en día, estudiar una lengua extranjera es algo muy normal para un
sueco. Como en otras partes del mundo, el español es el idioma extranjero que
crece más rápidamente.
Gözan
Westbery
Si la expresión hacerse el sueco
dice algo sobre el carácter de nosotros, los suecos, no voy a discutirlo aquí.
Tampoco voy a buscar el origen de esta frase, aunque sea cierto que la opinión
que los españoles tengan, y quizás todavía tienen, de los suecos tuviera algo
que ver con su manera de hablar o, mejor dicho, de no hablar español. Hoy en día,
estudiar una lengua extranjera es algo muy normal para un sueco. Casi todos hablan
inglés sin grandes dificultades, y muchos adquieren una tercera y cuarta lengua.
Como en otras partes del mundo, el español es el idioma extranjero que crece más
rápidamente.
EL SUECO
El sueco es una lengua germánica
que pertenece a la misma rama lingüística que el noruego, el danés y el islandés.
El islandés es la que más se diferencia, mientras que las otras son muy parecidas,
sobre todo el sueco y el noruego. Hay dialectos en Suecia que son más difíciles
de entender para un sueco que el noruego.
El sueco siempre ha estado muy influido
por otros idiomas. Ya en la Edad Media vinieron muchos alemanes, sobre todo negociantes,
artesanos, obreros y mineros. Se quedaron unos siglos y dejaron una huella lingüística
muy importante. En el siglo XVIII y el siglo XIX el francés fue el idioma de moda,
en parte debido al hecho de que uno de los generales de Napoleón fuera rey de
Suecia. El rey actual, Carlos Gustavo XVI, sigue siendo de la misma dinastía,
los Bernadotte.
A partir del siglo pasado, el inglés
empieza a tener mucha influencia, y se destaca tanto en los campos técnicos como
en el mundo deportivo y cultural. Sin embargo, hemos conseguido exportar algunas
palabras al inglés, por ejemplo: smörgåsbord (smorgasbord
en inglés) que significa "bufé", ombudsman
que significa "apoderado" o "delegado" y sambo
que significa el "compañero" con el que alguien vive sin estar casado.
LA FONOLOGÍA
Para una persona adulta nunca es
fácil aprender una lengua extranjera, pero en comparación con otras lenguas, el
español resulta menos difícil de aprender para un sueco. Una de las ventajas que
tiene el sueco es que su sistema fonológico es más complicado que el del español,
por lo menos en cuanto a las vocales. El sueco tiene nueve vocales, más cuatro
alófonos, y las vocales españolas forman parte de éstas. Sin embargo, hay diptongos
españoles que no existen en el sueco, p. ej: [au], [ou] y [ua], pero éstos normalmente
no causan problemas.
En el sistema consonántico español
se encuentran fonemas que no hay en el sueco:
[ ] cerveza
[ ] Gijón
y las fricativas:
[ ] beber
[ ] Madrid
[ ]
doble romero,
perro / pero
[ ] agua
Las dificultades a la hora de pronunciar
correctamente estos fonemas no son excesivamente importantes. Confieren al sueco
un acento particular, pero no provocan
mala comprensión. Sin duda, el fonema que más le cuesta pronunciar al sueco es
la erre doble [ ], a pesar de que la
erre simple [r] forma parte del sueco.
La acentuación sueca es muy variada
y las reglas no son tan estrictas como en español, pero se podría decir que en
palabras bisílabas el acento normalmente recae sobre la primera sílaba, aunque
la palabra termine en consonante. Es decir, lo contrario de lo que ocurre en español.
Sin embargo, este cambio no supone una gran dificultad para el alumno sueco. Lo
que puede causarle más problemas son las palabras españolas que se parecen mucho
a las palabras que significan lo mismo en sueco, pero que tienen otra acentuación,
p. ej:
teléfono telefon *telefono
policía polis *polícia
pirámide pyramid *piramide
También la entonación sueca es muy
variada y, además, mucho más melódica que la del español. Al igual que en el caso
de la acentuación, esto normalmente sólo se nota en el acento sueco, pero hay
un caso en el que es posible que se produzcan problemas. El alumno sueco tiene
que aprender a distinguir entre la entonación de una oración afirmativa y la entonación
de una oración interrogativa en la que no aparece el término interrogativo.
Todavía no ha llegado el tren.
Tåget har inte kommit än.
¿Todavía no ha llegado el tren?
Har inte tåget kommit än?
En el ejemplo las frases españolas
son idénticas, y sólo por la entonación se sabe si la frase es afirmativa o interrogativa.
En sueco, en cambio, el orden de las palabras indica si se trata de una afirmación
o una pregunta. De ahí que sea importante que el alumno aprenda a subir el tono
al final de la pregunta.
EL VERBO
Las dificultades más importantes
que tiene el sueco para aprender español están relacionadas con la gramática,
pues el sistema gramatical español es mucho más complicado que el sueco. El principal
problema es el verbo, que causa dificultades tanto en la morfología como en la
sintaxis. Son dificultades que muchas veces exigen al sueco cambiar de forma de
pensar, o decir, de relacionarse con el mundo.
El primer inconveniente que el principiante
encuentra es que el verbo español se conjuga por persona, mientras que en sueco
solamente se conjuga por tiempo y modo (imperativo). Veamos los siguientes ejemplos:
Leo un libro. Jag läser en bok.
José lee un libro. José läser en bok.
Leemos un libro. Vi läser en bok.
El alumno tiene que aprender las
seis formas de cada uno de los ocho tiempos y modos verbales. Esto significa que
mientras que lo que en sueco se puede expresar sabiendo cuatro formas, el infinitivo
incluido, en español son necesarias casi 50 formas por cada verbo. El siguiente
problema con el que tendrá que entrentarse el estudiante es el tiempo verbal.
En sueco una única forma corresponde con el pretérito indefinido y el pretérito
imperfecto español:
Ricardo habló con Pedro ayer.
Rickard pratade med Peter igår.
Ricardo hablaba con Pedro cuando llegó María.
Rickard pratade med Peter når María kom.
En cuanto a la conjugación del verbo,
no existe niguna diferencia entre las dos formas, sin embargo, en algunos casos
hay diferencias lexicales:
Conocí = Jag
lärde känna
Conocía = Jag
kände
En sueco no se conjuga el verbo
para expresar el futuro y el condicional. Se utiliza el presente o construcciones
con verbos auxiliares para indicar que algo va a ocurrir en el futuro. De ahí
que el futuro simple y el condicional simple puedan causar problemas.
Iré a Madrid mañana.
Jag ska åka till Madrid imorgon
Iría a Madrid, pero no podía.
Jag skulle åka till Madrid, men jag kunde inte.
Para expresar el futuro se puede
usar el verbo auxiliar ska, y para expresar el condicional se utiliza la misma
construcción poniendo este verbo auxiliar en pretérito, es decir, skulle. Otra
dificultad relacionada con el futuro y el condicional simple es la posibilidad
de expresar duda, posibilidad y suposición usando estas formas, mientras que en
sueco se utiliza un adverbio:
Será muy difícil conseguir una entrada.
Det är nog svårt att få tag i en biljett.
Sería sobre las dos cuando fuimos.
Det var väl vid tvåtiden vi åkte.
Sin embargo, en un principio no
es tan importante dominar el futuro simple. Como la forma ir + a se parece
a la construcción sueca ska
+ inf. y además a la inglesa going
to + inf., no es muy difícil para el sueco, y puede hacerse entender
a través de ésta. El futuro simple es algo que deberá aprender en un nivel más
alto para así acercarse a un español más normal.
Lo más difícil para el alumno sueco
es, sin duda alguna, el modo, o sea, saber usar el subjuntivo correctamente, ya
que en sueco prácticamente no existe. Para entender el uso del subjuntivo, el
sueco tiene que cambiar su forma de pensar. Por supuesto, esto no es nada fácil
y por eso hay que aprenderlo por reglas. Vamos a ver algunos errores típicos que
comete el estudiante sueco, utilizando el indicativo y construcciones "suecas"
en vez del subjuntivo:
No creo que venga.
Jag tror inte att han kommer.
*No creo que viene.
Querría tener un amigo que viviera en Madrid.
Jag skulle vilja ha en kompis som bor i Madrid.
*Querría tener un amigo que vive
en Madrid.
Los primeros ejemplos indican un
tipo de error muy frecuente que el sueco comete sin darse cuenta. Simplemente
dice las frases en español como si lo hubiera hecho en sueco, es decir, usando
el indicativo.
¿Qué quieres que haga?
Vad vill du att jag ska göra?
*¿Qué quieres que voy a hacer?
En sueco es posible utilizar el
verbo auxiliar ska para expresar un deseo, es decir, el mismo verbo que se puede
emplear para expresar el futuro. Por lo tanto, el alumno tratará de emplear la
misma construcción en español, aunque se dé cuenta de que el resultado no es correcto.
Si yo fuera rico, bebería champán todos los días.
Om jag var rik, skulle jag dricka champagne varje dag.
*Si yo era rico, bebería
champán todos los días.
También en estas frases el sueco
trata de emplear construcciones suecas, usando el indicativo. En consecuencia,
no es raro que el principiante hable de una forma bastante lenta. Primero tiene
que traducir las palabras de la frase que quiere decir y luego pensar en el tiempo,
en el modo y en la persona correspondientes. Hace falta practicar muchísimo para
que todo esto salga automáticamente.
OTRAS DIFICULTADES GRAMATICALES
Las dificultades que tienen que
ver con el substantivo, el adjetivo y el adverbio son de menos importancia, y
no vale la pena discutirlas aquí. Más importantes son los pronombres átonos, las
preposiciones y la concordancia, que causan muchos inconvenientes.
En sueco no hay diferencias entre
el objeto directo y el indirecto, y éstas sólo se marcan con una preposición.
La posición del pronombre es distinta en las dos lenguas. Las dificultades consisten
en saber distinguir el complemento directo y en colocar el pronombre correctamente:
La amo. Jag älskar henne.
Le escribo. Jag skriver till henne.
Aún más difíciles son las frases
con verbos como gustar y doler, que casi siempre llevan pronombres átonos y que
además presentan diferencias sintácticas:
Me gusta el vino.
Jag tycker om vin.
*(Me) gusto el vino.
Nos gustan los niños.
Vi tycker om barn.
*(Nos) gustamos los niños.
El ejemplo indica la diferencia
sintáctica que hay entre el español y el sueco. En las frases españolas, el vino
y los niños son el sujeto y yo, nosotros y Pedro son el complemento. En sueco
es todo lo contrario. Empleando la sintaxis sueca el alumno pone yo, nosotros
y Pedro como sujeto y conjuga el verbo en correspondencia con estas personas.
Quizás deje de poner los pronombres y a menudo se olvide de la preposición a.
Las dificultades que el sueco tiene
en cuanto a las preposiciones se deben a que algunas preposiciones españolas se
corresponden con varias preposiciones suecas, y algunas preposiciones suecas corresponden
a varias preposiciones españolas, como vemos en el siguiente ejemplo:
en = i, på, vid i =
en, de, por
Sobre todo el uso de por y para
es complicado, porque se corresponden a veces con la preposición, för.
Te doy 500 Ptas. por el libro.
Jag ger dej 500 pts. för boken.
Es muy inteligente para su edad.
Han är mycket intelligent för sin ålder.
La última dificultad importante
que voy a mencionar aquí es la concordancia, que, a pesar de que se parece a la
sueca, provoca problemas. En español, igual que en sueco, hay concordancia de
número y de género:
Este pequeño coche es
rojo.
Den här lilla bilen är röd.
Esta pequeña casa es roja.
Det här lilla huset är rött.
No supone un gran trabajo, ni siquiera
para el principiante, entender cómo funciona. Sin embargo, resulta muy difícil
evitar los fallos, sobre todo en la lengua hablada, y
estudiantes de niveles muy avanzados
a menudo siguen violando la concordancia.
EL LÉXICO
En general, no se producen demasiados
problemas en lo que se refiere al léxico, ya que muchas palabras se parecen considerablemente
a palabras suecas o inglesas. Sin embargo, hay algunas dificultades, en particular
cuando se trata de palabras con varios sentidos.
El problema más importante es el
uso de ser y estar, porque en sueco normalmente no hay diferencia que se corresponden
con la misma palabra, är:
Estoy enfermo. Jag är sjuk.
Soy sueco. Jag är svensk.
La dificultad de emplear ser o estar
correctamente se observa
sobre todo cuando se usa para indicar
ubicación, ya que también el verbo hay se corresponde en sueco con är. En el ejemplo
vemos errores muy típicos para el principiante:
Hay un hombre en la habitación.
Det är en man i rummet.
*Es un hombre en la habitación.
El hombre está en la habitación.
Mannen är i rummet.
*El hombre es en la habitación.
Otros fallos relacionados con la
palabra är, y también muy frecuentes,
son los que comete el principiante al expresar la edad y el tiempo:
Tengo 20 años.
Hace 20 grados.
Jag är 20 år.
Det är 20 grader.
*Soy 20 años. *Es 20 grados.
El español tiene un léxico más extenso
que el sueco y el problema, normalmente, consiste en aprender varias palabras
españolas que se corresponden con una sola palabra sueca. Sin embargo, el español
carece de una palabra que en sueco se usa con mucha frecuencia, bli (con sus formas blev en pretérito y blivit
en participio). Este verbo indica un resultado o una transformación de un estado
a otro, y equivale a un gran número de palabras españolas:
¿Qué será de mí?
Vad ska det bli av mej?
La fiesta salió muy cara.
Festen blev mycket dyr.
Por lo tanto, el alumno tiene que
aprender muchas construcciones para poder expresar lo que en sueco puede expresar
con un solo término.
Hay que mencionar las expresiones
fijas como una parte importante del léxico, aunque no causen más problemas en
el aprendizaje que otras palabras. Es necesario que el alumno sea consciente de
la importancia de estas expresiones. La mayor parte de las expresiones fijas hay
que aprenderlas como léxico, ya que a menudo es imposible saber lo que la expresión
significa, pese a que se entienden todas las palabras, como es el caso en: por
lo tanto, siempre y cuando, sin embargo, por si las moscas y tomarle el pelo a
alguien.
De menos importancia son los falsos
amigos y los americanismos. Los falsos amigos son palabras suecas que se parecen
mucho a una palabra española, pero que tienen otro sentido:
demostrar
demonstrera = demostrar, manifestar
semestre
semester = vacaciones
Los americanismos pueden causar
problemas para los estudiantes que han estado en Latinoamérica o que han tenido
un profesor latinoamericano en Suecia. Aunque puedan causar una incorrecta interpretación,
no creo que sean demasiado importantes.
Finalmente, no se debe olvidar la
jerga, la lengua coloquial, el "cheli"... Es muy posible que el alumno
sueco, a pesar de que haya estudiado español hasta un nivel muy avanzado, se dé
cuenta de que no entiende lo que se dice en la calle, por lo menos en un ambiente
juvenil. La lengua coloquial es muy localista y cambia constantemente, por eso
es difícil incorporarla a la educación, sobre todo en Suecia, donde probablemente
la mayor parte de los profesores no están puestos al día.
LOS ASPECTOS CULTURALES
En comparación con otros estudiantes,
el sueco no encontrará muchas diferencias culturales que compliquen su comunicación
con un español. Pero habrá algunas que le llamarán la atención y a las que se
adaptará poco a poco. La más importante es el modelo de conversación. En Suecia
no se producen muchas interrupciones. Normalmente cada interlocutor espera su
turno de habla y a una persona que constantemente está interrumpiendo no se la
considera educada. En una discusión española entre varias personas hay que ser
más activo y tomar la palabra con más firmeza. Si una persona espera hasta que
llegue una pausa, nunca entrará en la discusión, y si al final hay alguna, el
tema probablemente ya está concluido. Esto puede ser un problema para alguien
que no domina el idioma. No tiene tiempo para pensar en el modo, el tiempo, la
persona gramatical y las otras dificultades que antes he mencionado aquí. Por
lo tanto, la persona tendrá dificultades para expresar su carácter, su identidad,
y correrá el riesgo de parecer callado, tímido o aburrido, algo que, a lo mejor,
en realidad no es.
Otro aspecto es el ruido que hay
en España, sobre todo en los bares, que choca a todos los suecos recién llegados.
España es uno de los países más ruidosos de Europa y Suecia, quizás, de los más
silenciosos. Aparte del primer impacto que el ruido provoca en el sueco, también
dificulta la comunicación. Si no domina la lengua, necesita captar casi todas
las palabras para entender lo que se dice y con el ruido, éstas se pierden fácilmente.
He presentado aquí las dificultades
más importantes que tiene el sueco para aprender español. Por supuesto, hay otras,
bien de pronunciación, gramaticales, lexicales o culturales, pero son de menor
importancia.
- BEJERANO, V., JÖRNVING, R., Spansk grammatik, Almqvist & Wiksell,
Uppsala,1991.
- MALMBERG, B., Spansk Fonetik, Gleerups, Malmö, 1996.
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