Pgina principal
El espaol en el mundo
Pgina principal de la revista del espaol en el mundo Inicio    Envenos sus sugerencias o comentarios relacionados con el espaol Correo   Mapa de este sitio web Mapa  Otros sitios de inters relacionados con la difusin del espaol en el mundo Subscriptores
Suscrbase  a Cuadernos Cervantes
·Secciones
Principal
Editorial
E/LE
Reseñas
Agenda
Revista de Prensa
Multimedia
Buscar en
Cuadernos Cervantes:
·Sumario
Spanglish escrito en USA. Un ejemplo, la revista LATINA

Didáctica de la cultura en el aula de E/LE en Camerún


Spanglish:
Conversaciones en torno al spanglish


El concepto de locura en el ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha y en Hamlet

Máquina de clasificar palabras. Una propuesta didáctica

Un listado de las sílabas del español

El error en el proceso de aprendizaje
Español para árabes
multilingües y multiculturales

·Lo último...
Instituto de Verbología Hispánica
·Utilidades
Sugerencias  
Suscripciones  
Nº atrasados  
Edición impresa  
Sólo suscriptores  
Alertas  
Archivo  
  Ver próximo número
  de Cuadernos Cervantes...
·Otros sitios
elespañolenelmundo
elespañolenlared
clubdeespañol
Diccionarios Web
Campamentos de verano en España
·Espacio Multimedia
  Espacio multimedia es una sección de CUADERNOS CERVANTES abierta a las nuevas tecnologías. Queremos informar sobre las novedades relacionadas con los medios de comunicación (audiovisuales, informática, etc.) y su aplicación a la enseñanza o a la investigación de la lengua y la literatura españolas. La Redacción invita a los lectores a enviar información sobre nuevos productos y servicios. cuadcerv@elr.es

¿Se puede enseñar español
por internet?

 

Carlos Soler / UNED

 


Algunas reflexiones sobre las nuevas herramientas que internet facilita para la enseñanza de español como lengua extranjera en la dimensión virtual.

La informática es una herramienta tecnológica presente en casi todos los ámbitos de nuestra sociedad, que se ha convertido en emblema de la cultura como signo de modernidad y desarrollo. Esta presencia se ha extendido también a los contextos escolares, donde se ha incorporado en los centros educativos de todos los niveles, para tareas administrativas y docentes.

La introducción de los ordenadores se planteó en los primeros años como la llegada de una gran panacea, una revolución que solucionaría todos los problemas que había, y que podría incluso conseguir sustituir a los propios profesores. Pasado el tiempo se ha comprobado que eso sería más que imposible, hasta que la incorporación de internet se convirtió en una realidad para nuestra sociedad, que se expande a la velocidad de la luz, y que otra vez más ha vuelto a poner en duda la existencia de los centros escolares, academias de idiomas o universidades, pues hoy en día ya es posible obtener licenciaturas o masters desde casa. El debate está abierto: ¿se puede enseñar español por internet?

La irrupción de la dimensión virtual dentro del mundo de la informática, y la inminente adhesión de éste al de las ciencias de la educación, ha provocado en muchos de nosotros un sentido de miedo y frustración al oír hablar de cosas como eEspañol, mientras que otros han cruzado de pleno las fronteras donde las nuevas tecnologías aplicadas a la pedagogía comienzan, encontrando todo un nuevo mundo que facilita y enriquece las técnicas y el arte de la enseñanza.

Los docentes pioneros de lo que hoy se conoce como eLearning han hecho ya progresos bastante significativos, no sólo en el manejo de internet como complemento indispensable de sus cursos, sino también en el uso de la red para enseñar clases de manera completamente informatizada, on-line.

De todas maneras, en países como España se encuentran actitudes reticentes a la hora de volcarse de lleno en la utilización de internet para enseñar. Todavía es necesario presentar la tecnología y las teorías pedagógicas de una manera conjunta y casi indivisible, diríamos; como ya ha pasado en los Estados Unidos, donde esta práctica cada vez está más normalizada, sobre todo a nivel universitario.

En este artículo intentaremos convencer a nuestros lectores, especialmente a quienes se dediquen a la enseñanza de español, de que se tienen las herramientas necesarias para enseñar un curso de lengua extranjera por internet, un formato cada vez más frecuente en este ámbito.

En el libro de reciente aparición Educación virtual y eLearning, Germán Ruipérez define la eFormación de este modo: "enseñanza a distancia utilizando internet como medio preferente de distribución del conocimiento". Pero si nos paramos a pensar, la enseñanza a través de internet no es algo tan novedoso como concepto pedagógico, ya que desde hace mucho tiempo la idea de educación a distancia ha supuesto lo mismo: el hecho de que el alumno esté separado físicamente del profesor, y sea él mismo el centro de su formación. Lo único que hay que añadir ahora sería la asistencia de un ordenador como canal de comunicación entre emisor y receptor, en lugar del correo, el teléfono, tutorías, etcétera.

Pero la educación digital no está únicamente relegada sólo a un tipo de enseñanza basado en la distancia, de hecho, las oportunidades que este método ofrece en términos de comunicación expansiva y disponibilidad de recursos fuera del espacio del aula, le confieren un carácter excepcional que multiplica las posibilidades educativas que tiene una clase tradicional.

La base central de este sistema es la interacción a todos los niveles. La necesidad de acción o respuesta por parte del estudiante es absolutamente obligatoria para poder hacer cualquier avance en un curso virtual.

En estos últimos años las cifras de "ciberalumnos" han aumentado muy considerablemente no sólo en la educación universitaria, sino también en la enseñanza secundaria, como se ha podido comprobar en el caso estadounidense, en el que la cantidad se ha triplicado con facilidad desde 1998 a 2002, según dice la International Data Corporation.

Y es que este tipo de tecnología permite un ritmo de trabajo que se ha definido según su doble vertiente, esto es: sincrónico y asíncrono, ya que profesores y alumnos pueden tener una forma de interacción instantánea o coordinada, y otra intermitente o descompasada, mucho más reflexiva.

También está claro que el factor desencadenante del gigante desarrollo de la educación a través de internet se debe al creciente número de personas que tienen acceso a esta tecnología. Se cree que la gran comodidad y las innumerables facilidades de este medio, han producido el boom de la educación virtual que estamos atravesando en nuestros días. La alta velocidad de los mensajes y conexiones, el aquí y el ahora, cuando sea y donde sea, son ventajas que cada vez convencen más a los estudiantes para elegir la modalidad de estudio on-line, si se la ofrecen.

Tal cantidad de información puede crear una fascinación inevitable, que deberíamos resituar, ya que existen muchos millones de páginas web sin ningún tipo de control o regulación. No hay filtros que nos garanticen la calidad de la información, su veracidad, actualidad, validez o permanencia.

Pero mientras la sofisticación y el poder de los ordenadores y las tecnologías virtuales se incrementa, y el público continúa equipándose con las últimas innovaciones, ¿cómo puede el profesor prepararse para dar airosamente el salto al nivel digital en que la educación se mueve en este nuevo milenio, y usar esta opción para enseñar de manera efectiva y creativa a una población estudiantil cada vez menos homogénea o tradicional?

Ventajas
  -. Distintos tipos de estudiantes
-. Ampliación de las oportunidades de aprendizaje
-. Ambiente de enseñanza muy solidario
-. Incremento de la responsabilidad y la interacción del estudiante
Inconvenientes
  -. Falta de calidad
-. Dificultad de acceso y uso
-. Exceso de libertad
-. Derechos de propiedad intelectual

Esta serie de ventajas e inconvenientes nos hacen replantearnos el debate existente entre la tecnología y la educación:

¿Sería mejor destinar el presupuesto asignado a la capacitación de profesores a implantar y fomentar el uso de la tecnología?

¿De verdad podemos pensar que la tecnología marca una diferencia en cómo de bien los alumnos aprenden, o es simplemente un recurso secundario más del que disponen los docentes?

¿Podría la tecnología llegar a suplantar la labor del profesor?

La tradición existente en la enseñanza de las lenguas extranjeras y en concreto de la española está a favor de la incorporación de recursos tecnológicos en la clase, entre los que están incluidos los virtuales. Por eso parece que en este campo el eLearning se haya abierto paso con mayor facilidad que en la enseñanza de otras materias. Hoy por hoy son muchas las empresas en internet que compiten por captar alumnos para que se matriculen en sus cursos de español. Es una forma más barata y cómoda de introducirse a nuestra lengua desde países extranjeros.

De todas formas no podemos estar convencidos del éxito de estas iniciativas a priori, ya que inmediatamente nos vienen a la mente obvios problemas que resultan de la adquisición de una lengua por internet, como el del aprendizaje de la pronunciación, o la práctica conversacional, etcétera.

La encomiable renovación que se está llevando a cabo en la didáctica de las lenguas, así como la abundante literatura existente, ha girado insistentemente en torno a la idea de aportar e introducir nuevos métodos de enseñanza. Las últimas corrientes de pedagogía lingüística han apostado por la metodología comunicativa, insertada plenamente en un contexto general de la lengua, y utilizando ésta comunicativamente, es decir, favoreciendo la transmisión basada en el contenido significativo, y así adquirir la lengua de manera práctica, comunicándose.

Por esto mismo resulta difícil pensar en internet como el medio más propicio para poner en práctica este enfoque, ya que su énfasis en la comunicación y en la práctica oral de la lengua, resulta difícil de incentivar desde un curso digital. Pero parece ser que sí se puede. De hecho se ha conseguido trasladar al ciberespacio cada una de las funciones y elementos primordiales de una clase tradicional de español. Para demostrarlo, a continuación analizaremos las principales herramientas disponibles que hacen posible la organización e interacción en un curso de español por internet:

Correo electrónico: es uno de los servicios más sencillos y más utilizados. Permite el envío y recepción de mensajes a través de la red. Se caracteriza por ser un medio de comunicación asíncrona. En un curso virtual, las comunicaciones que se establecen a través de este sistema tienen como función el contacto entre compañeros, o con el profesor.

Archivos adjuntos: son ficheros con información que se envían a través del correo electrónico. Su contenido pueden ser textos escritos, imágenes, vídeos, sonido, etcétera.

Salas de charla: este servicio se basa en la comunicación sincrónica, en tiempo real. A una hora fijada, el profesor puede reunir a todos los alumnos para participar en un debate simultáneo, coloquio, o conversación. Muchas veces son los propios alumnos quienes discuten problemas del curso sin haber sido convocados por el profesor.

Foros: es una conversación entre estudiantes y profesor pero no sincrónica. El profesor puede lanzar una pregunta y los estudiantes van añadiendo sus opiniones en cualquier momento.

Listas de distribución (Mailing-lists): por medio de este sistema cada vez que un usuario manda un mensaje, éste se dirige a todas las personas que figuran en la lista. Entre los usos que el profesor le puede dar a este recurso está el de "tablón de anuncios" para mantener informados a todos los componentes de grupo.

Videoconferencia: Este es uno de los recursos on-line que mayor interés ha despertado por el aparente potencial de sus prestaciones. Consiste en la conexión de distintos lugares o personas a través de cámaras de vídeo y micrófonos, que envían sus señales digitalizadas a través del ordenador, de forma que todos los estudiantes conectados puedan visionar o participar en la sesión.

Hipertextos: texto que contenga vínculos a partir de los cuales se puede acceder a otra información de manera virtual.

Pizarra virtual: lugar dentro de la página para escribir contenidos concretos de manera esporádica, según convenga, que se vuelcan en la red automáticamente, para que todos los alumnos los puedan leer a la vez. Pueden ser aclaraciones, esquemas, recordatorios, etcétera.

Al abrigo de la expansión de la tecnología virtual hacia los derroteros de la enseñanza han surgido diferentes tipos de empresas y compañías que facilitan ampliamente la manera de crear una página web que sirva para dar clase o recibirla. Este tipo de entidades llamadas en inglés Course Delivery Platforms ofrecen asistencia técnica a cualquier usuario de la red que comprende desde sistemas de envío de cursos a aprovisionamiento de todos los servicios necesarios para crear un auténtico campus on-line, incluyendo entrenamiento de profesorado, marketing, servicio de ayuda al estudiante, e incluso asesoramiento en el área administrativa.

Estas corporaciones compiten para crear un producto que pueda resolver cualquier problema a los docentes que deseen instalar sus cursos en la red, así como a la hora de enviarlos a sus alumnos. Algunas de ellas requieren el dominio del lenguaje HTML (Hyper Text Mark-up Language) para la elaboración de las páginas, pero otras incluso construyen las páginas web por encargo, sin necesidad de esfuerzo por parte del cliente que contrata el servicio.

Una inquietud frecuente que todo profesor debe tener con respecto a su curso por internet, es cómo traducir su estilo de enseñanza o sus métodos particulares al espacio pedagógico virtual. El caso es que sí se puede conferir a los cursos on-line un carácter o entidad distintiva de cada docente.

En primer lugar cada profesor utilizará su experiencia educativa para configurar su curso, al igual que incluirá en él el material instructivo que haya venido desarrollando para sus clases tradicionales, y que seguramente podrá seguir siendo de gran ayuda en las clases digitales.

Enseñar por internet no requiere únicamente un buen conocimiento de la tecnología, también se trata de ser o no ser buenos profesores, tener experiencia, vocación, comunicar bien, provocar una buena relación con los alumnos, etcétera.

Uno de los métodos de la enseñanza tradicional que mejor funciona en la virtual, aunque pueda pensarse lo contrario, es la conferencia, exposición o presentación de los temas. Su trasvase al plano virtual se puede llevar a cabo mediante la grabación de la misma, descargándola después en la página del curso ya sea mediante un archivo que contenga las imágenes, o sólo la audición. Este método ahorra mucho tiempo y otorga al alumno una idea parecida a la presencia del profesor en el aula. Se puede utilizar además para explicaciones gramaticales de todo tipo, especialmente si son complejas o de larga duración.

De la misma manera esto favorecerá que el estudiante reciba input en la lengua nativa y que tenga que analizar y entender en su totalidad la grabación para poder seguir adelante con el programa.

De todas formas las explicaciones virtuales de este tipo nunca deberían ocupar mucho tiempo. Es preferible que los estudiantes se enfrenten a pequeñas presentaciones de tipo PowerPoint con sonido e imágenes. O textos transcritos que puedan contener vínculos de interés. Este tipo de intervenciones directas del profesor deben ser amenas, personales, esquemáticas y claras, tanto en los contenidos como en la forma.

Para los cursos on-line se pueden utilizar una gran variedad de materiales audiovisuales, diapositivas, transparencias; así como incorporar textos de profesores invitados o personajes populares, proporcionar controles y exámenes, etcétera. Todo ello activándolo en la página web del curso, que al final acabará por ser algo creativo que desprenda el adecuado ambiente pedagógico y lúdico de una clase de idiomas tradicional.

Se debe tener en cuenta que una página bien diseñada estimula en gran medida el estudio del material que contenga.

Los métodos de evaluación on-line siguen siendo los mismos. Los exámenes se pueden enviar a cada estudiante un día y hora acordados previamente. De alguna manera puede crearse una cierta flexibilidad en este proceso, según el profesor lo determine. Los alumnos deben por tanto tener un tiempo limitado para contestar las preguntas y enviarlas de nuevo al profesor para que sean corregidas.

También hay programas para crear cuestionarios con respuestas que se corrigen automáticamente, aunque en este tipo de tests hay dos problemas, uno está relacionado con las limitaciones que tiene la tecnología, averías imprevistas, saturación de la red, bloqueos; otro atañe a la honestidad académica y los recursos de los que los estudiantes disponen para copiar, etcétera.

En cualquier caso, la enseñanza a través de internet cuenta con otros medios de contacto entre profesor y alumno, como el teléfono, que se puede usar en caso de problemas técnicos. En cuanto a las trampas de los alumnos, siempre hay formas de comprobar cuándo ocurre esto. Aconsejamos no obstante utilizar preguntas que hagan al alumno elaborar respuestas razonadas, personales o creativas.

Otra técnica de gran aceptación entre alumnos y profesores virtuales son las discusiones en grupo que se llevan a cabo en foros o salas de charla (chat), dependiendo si se desarrollan de manera asíncrona o sincrónica. El profesor actúa normalmente como moderador en estos debates y propone los temas. Lo que suele pasar es que este tipo de actividad se acaba convirtiendo en la preferida de la clase, y llega un momento en que las discusiones o comentarios se producen de manera fortuita por parte de los estudiantes. La participación en estas actividades también se puede someter a evaluación.

Una función importante del profesor on-line es dejar claro a sus alumnos dónde se encuentra en el curso, es decir, hacerse presente continuamente para ser un punto de referencia constante en todas las actividades, y lo largo del tiempo que duren las clases. Para esto sería conveniente crear un vínculo en la página con una foto y una pequeña biografía, a la vez que enviar mensajes a los alumnos periódicamente, tanto de aliento como de información general.

De cualquier manera siempre habrá situaciones nuevas e inesperadas para resolver a lo largo de un curso virtual concernientes al manejo de la clase, el protocolo de la enseñanza, ambiente o dinamismo de la clase. Sí aconsejamos, para evitar estas situaciones, poner énfasis en siete principios básicos que todo profesor de español por internet debería tener en cuenta, según han propuesto Chickering y Ehrmann1, y así convertir la tecnología en impulso educativo:

1.Contacto constante con los estudiantes.

2. Desarrollar la cooperación y solidaridad entre los estudiantes.

3. Usar técnicas de enseñanza activas.

4. Enviar periódicamente informes personales (feedback) de seguimiento de los estudiantes.

5. Enfatizar el tiempo necesario para completar cada actividad del curso.

6. Alentar a los estudiantes.

7. Respetar e integrar diferentes habilidades y maneras de aprender.

Viendo la multitud de cursos de español on-line que existen en la red, tanto en instituciones públicas como privadas, de mayor o menor prestigio, podemos concluir que efectivamente sí se puede llegar a aprender español de esta manera: es ya una realidad latente.

No resulta tan difícil para el profesor, ni a nivel metodológico ni a nivel tecnológico, ni tampoco para el alumno. Tampoco nos debemos olvidar de que de todas las destrezas lingüísticas que nos habilitan a hablar, a comprender, a leer o a escribir una lengua, ésta última, la destreza de la expresión escrita, es la más complicada de adquirir. El proceso por el que se activan los conocimientos que permiten a un individuo el intercambio de información escrita es el más complejo de todas las competencias lingüísticas que se desarrollan innatamente en los estudiantes de una lengua extranjera. Las destrezas escritas son las más difíciles de aprender porque en ellas interviene el grado de desarrollo de la escritura del hablante en su lengua materna. Por ello, un curso de español por internet puede resultar útil aunque sólo sea porque en él se prima el desarrollo de destrezas como la escritura que, si no, nunca se llegarían a dominar al mismo nivel que la expresión oral por los alumnos.

 

Testimonio de una ciberprofesora de español2

Cuando el director del Departamento de Comunicación de Rogers State University le propuso a una profesora que enseñase un curso de español on-line, Judy Hubble, Assistant Professor, pensó que era la idea más absurda que había oído jamás. Pero el caso es que después de recapacitar y visitar algunas de las páginas web que contenían este tipo de cursos, la oferta se le presentó como un reto factible, e incluso atractivo.

Los comienzos de su proyecto fueron bastante básicos, como es lógico. Dividió el material del curso en unidades semanales, planeando los objetivos según su libro de texto habitual. Después decidió empezar a usar un diario virtual en la página, para informar a los alumnos mejor de las actividades y tareas requeridas. Más adelante introdujo hasta cuatro exámenes parciales, para poder evaluar a los estudiantes, y así fue como completó la estructura básica del curso.

Pasado el tiempo, y siempre con espíritu de renovación, llegó a la conclusión de que el curso necesitaba un poco más de acción. Para ello incorporó introducciones a cada unidad y notas aclaratorias y de ánimo en las distintas secciones de la página. De todas formas todavía faltaba mucho para concebir esto como una clase igual de completa que las que impartía de forma presencial. Por ejemplo, el factor lúdico, tan importante en las clases de E/LE para motivar a los estudiantes, no estaba presente en su curso on-line. Por ello decidió establecer un tiempo para la discusión y el debate que se desarrollaría en una sala de charla o chat, una zona en la que los alumnos se sintieran seguros a la hora de expresarse, sin tener ningún compromiso ni preocupación por cómo lo hicieran. Un lugar en el que no tuvieran que escribir de manera artificial, pensando en la puntuación o la gramática. Algo que fuera parecido a una conversación espontánea, en donde el único objetivo era comunicarse según una serie de parámetros o en torno a unas instrucciones o temática propuestas.

Junto a esto, también diseñó otra serie de actividades que contenían soporte auditivo para practicar pronunciación o vocabulario en las que los alumnos también tenían que colaborar de forma interactiva mandando sus propias grabaciones para ser evaluadas. Por último programó sesiones con presentaciones y conferencias, y la elaboración de proyectos culturales basados en la información que se pudiera obtener de la red.

Así nuestra profesora consiguió dirigir una clase de español que funcionaba de verdad. Aunque, como ella reconoce, todavía le quedan muchas cosas por aprender y por mejorar en su curso, todo es cuestión de tiempo.

 

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

•De Pablos, J. y Jiménez, J. Nuevas tecnologías, comunicación audiovisual y educación. Barcelona, Cedecs, 1998.

•Hadley, A. O., Teaching Language in Context, Boston, Heinle & Heinle, 2001.

•Moore, G., Lange, K. y Winograd, D. You can teach online: Building a Creative Learning Environment. Nueva York, McGraw-Hill, 2001.

•Ruipérez, G., Educación virtual y eLearning. Madrid, Biblioteca Fundación Auna, 2003.

•Sánchez Pérez, A., Hacia un método integral en la enseñanza de idiomas. Madrid, SGEL-Educación, 1999.

 

 

Notas

1. En Chickering, A. y Ehrmann, S., "Implementing the Seven Principles: Technology as Lever" en The AAHE Bulletin al American Association for Higher Education. Octubre 1996.

2. Versión adaptada y traducida del testimonio "Teaching spanish online" de Judy Hubble en Moore, G. Lange, K. y Winograd, D. You can teach online: Building a creative Learning environment. Nueva York, McGraw-Hill, 2001.

{numero}
Volver arriba

[Página principal] [Reseñas] [Multimedia] [E/LE] [Editorial] [Sugerencias] [Agenda] [Revista de Prensa] [Foros]
¿Quiénes somos? - Correo Revista

©  2010 Ediciones Cuadernos Cervantes

Logo plan Avanza