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EL PAÍS, jueves 12 de octubre de 2000
LIBER 2000
Francia superó en 1999 a México como principal cliente del sector editorial
español
Las exportaciones han aumentado en lo que va de año
un 23% respecto al ejercicio anterior
ISABEL OBIOLS, Barcelona México,
país al que España tradicionalmente exporta más libros, quedó relegado en 1999
al segundo lugar en beneficio de Francia, que, con 10.329 millones de pesetas
frente a los 9.487 millones que adquirió México, se convirtió en el principal
comprador de libros, revistas y prensa editados en España. Las cifras, presentadas
ayer en la feria Liber 2000, que se celebra en Barcelona, corresponden a los datos
que ofrece el volumen Comercio exterior del libro 1990-1999, elaborado por la
Federación Española de Cámaras del Libro (Fedecali). En lo que va de año, las
exportaciones han crecido un 23% con respecto a 1999.
El análisis por países de Comercio exterior del libro 1990-1999 muestra el
aumento de las exportaciones a los países de la Unión Europea (UE), que superaron
los 32.400 millones de pesetas en 1999 –frente a 27.800 millones en 1998– y empataron
con las ventas efectuadas en el conjunto de América Latina, que se situaron también
en torno a los 32.400 millones de pesetas. Las ventas globales a Francia –libros,
prensa y revistas– suponen un tercio de todas las realizadas en la UE y superan
en 842 millones de pesetas las exportaciones a México. El presidente de la Federación
Española de Gremios de Editores de España y de la Fedecali, Josep Lluís Monreal,
atribuyó el aumento de ventas al país vecino al “interés cada vez mayor que hay
por el estudio del español en Francia” y añadió que también se exporta una cantidad
notable de libros impresos en francés en España. A pesar de ello, si sólo se tienen
en cuenta los libros, sin las revistas ni la prensa, la relación de importaciones
españolas del país vecino con México se invierte: Francia hizo adquisiciones por
valor de 6.854 millones de pesetas y México, por 9.090 millones de pesetas.
Las exportaciones a Francia, que hasta 1994 se situaban por debajo de los 5.000
millones de pesetas anuales, experimentaron un fuerte crecimiento a partir de
1997, año en que se situaron en 7.575 millones de pesetas, gracias, sobre todo,
a los libros de bellas artes. El segundo cliente en la Unión Europea es Reino
Unido, que en 1999 compró a España productos editoriales por valor de 7.254 millones
de pesetas. Portugal y Alemania se situan en tercer y cuarto lugar, con unos 4.390
millones de pesetas.
Un 2000 mucho mejor
El bajón de las exportaciones en México, y en toda América Latina en general,
se explica por el golpe que sufrió la economía de la región, como consecuencia
de la “gripe asiática”, que Monreal, que presentó el informe, calificó más bien
de “pulmonía”. El año 2000, sin embargo, se presenta mucho mejor. Según los datos
que manejan los responsables de la Federación de Cámaras del Libro, el retroceso
de las exportaciones a América Latina se ha frenado y las exportaciones a México
alcanzaron, hasta el pasado mes de septiembre, 9.000 millones de pesetas, el 38%,
más que en 1999.
Argentina se mantiene en un nivel similar al de 1999, en que se facturaron
libros por valor de 8.627 millones de pesetas, aunque en la federación se espera
que este país salga pronto de la recesión, para lo que ya hay, aseguran, “indicios
significativos”. En Chile (1.700 millones de pesetas en 1999), las adquisiciones
han subido el 36% y en Colombia se vendieron, en 1999, productos editoriales españoles
por 2.347 millones de pesetas. Aunque no se aprecia crecimiento alguno, la Fedecali
considera “un milagro” que se mantengan aún relaciones comerciales a este nivel,
dada la “situación difícil tanto a escala económica como política y social” que
vive el país andino. Josep Lluís Monreal explicó que, con toda probabilidad, México
volverá a ser en el año en curso el principal comprador de productos editoriales
españoles: “El país está en plena recuperación y ofrece hasta ahora un balance
espléndido”, afirmó. Las exportaciones españolas a los que fueron países del Este
se van incrementando progresivamente, especialmente en Polonia, país al que a
principios de los años noventa se facturaron 16 millones de pesetas y en 1999
se se alcanzaron 1.046 millones de pesetas.
En cifras globales, los responsables de Fedecali aseguraron que las exportaciones
españolas, en lo que va de año, han aumentado el 23% respecto a 1999 y se sitúan
ya en unos 62.600 millones de pesetas. Asimismo, las importaciones, aseguraron,
han descendido en un 2,36%. Con estos datos provisionales en la mano, el secretario
general de Fedecali, José Félix Salinas, avanzó: “El 2000 puede ser el tercer
año consecutivo en que la balanza comercial del libro [la diferencia entre importaciones
y exportaciones] supere los 50.000 millones de pesetas”. Monreal recordó, asimismo,
que los meses de octubre y noviembre suelen ser muy buenos para el sector, así
que se atrevió a pronosticar que el 2000 puede ser “un año récord”.
Fuera de los países de la Unión Europea y de América Latina, el principal cliente
de la industria editorial española es Estados Unidos, que, con un mercado potencial
de 20 millones de hispanohablantes, en 1999 compró libros españoles por valor
de 3.651 millones de pesetas, frente a los 3.148 de 1998. Aunque durante la década
de los noventa la relación comercial del sector con este país ha sufrido avances
y retrocesos, la tendencia es en estos momentos al alza. En lo que va de año,
según las cifras que avanzó Salinas, las exportaciones han aumentado el 27% con
respecto al año 1999.
El informe Comercio exterior del libro 1990-1999 ha sido realizado por Fedecali
con las aportaciones de las cámaras de la Comunidad de Madrid, Cataluña y el País
Vasco y también con las de la Dirección General del Libro y de la base de datos
del ISBN (registro de libros).
“Futurología”
I. O., Barcelona
Dejando al margen el nubarrón del decreto de liberalización de los descuentos
en los libros de texto, que planea permanentemente sobre la profesión, los miembros
del sector editorial están animados. Así al menos lo subrayó Josep Lluís Monreal
en la presentación de los datos sobre exportación de la industria editorial española,
quien advirtió, sin embargo, que estaba haciendo "futurología". Ante
ellos se presenta, dijo, una buena ocasión para aumentar en los próximos años
unas cifras que en 2000 pueden ser ya "de récord".
Por una parte, apuntó Monreal, está pendiente la decisión del Gobierno de Brasil
sobre la enseñanza del castellano como segunda lengua obligatoria del país. "Si
la diplomacia española consigue lo que se propone, Brasil se convertiría en uno
de los mayores mercados, con 160 millones de habitantes y 40 millones de niños
escolarizados". Por otra parte, Estados Unidos, país en el que existen 20
millones de hispanohablantes que pueden aumentar, a juicio de Monreal, "hasta
40 millones al final de la década".
En suma, el presidente de la Federación de Gremios de Editores y de la Federación
Española de Cámaras del Libro advirtió a los editores: "Tenemos que estar
muy preparados porque en las dos próximas décadas nos podemos encontrar con un
mercado potencial de 700 millones de personas".
Y todo esto sin contar el hecho, cada vez más palpable, de que la industria
española imprime libros escritos en otras lenguas y la posibilidad de entrar en
el gigantesco mercado chino. Los editores españoles, contó, no pierden de vista
que la tirada media de un libro en el país asiático puede alcanzar tranquilamente
los tres millones de ejemplares.
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