MANUAL DE INTERPRETACIÓN Y TRADUCCIÓN
Mario León
Madrid, Luna Publicaciones, S.L., 2000
>>Comprar
este libro en CasadelLibro.com
El
Manual de Interpretación y traducción que hoy presentamos
desde estas páginas constituye un avance en la enseñanza de este
antiguo oficio, que tradicionalmente carece de una metodología sistemática,
y todo ello, desde la experiencia profesional y académica del autor. La
obra se presenta con un enfoque eminentemente práctico, como un verdadero
manual que resuelve cualquier duda que se nos pueda plantear, pero, a la vez,
se cuida sobremanera el aspecto teórico de la materia. No resulta, sin
embargo, un tedioso manual lleno de definiciones y metodología, sino que
es una obra de amena lectura, llena de inteligencia y humor.
La estructura del libro favorece la doble vertiente práctica
y teórica, ya que se compone de seis apartados que tratan el lenguaje,
el vocabulario, la comunicación, la traducción y la práctica
profesional. Como puede verse los tres primeros son de índole general y
sirven para establecer una base lingüística común, mientras
que los tres últimos se ocupan concretamente de la profesión de
traductor, de la de intérprete y, por último, de su práctica
en diferentes contextos.
En cuanto al tema dedicado al lenguaje, hay que decir que se
ha hecho una gran labor de compendio de las principales reglas gramaticales y
ortográficas y de todo lo que significa el lenguaje en general y la lengua
española en particular. Tras una introducción genérica, el
autor se centra exhaustivamente en diversos problemas y dudas de la lengua, fácilmente
accesibles gracias al índice, dándoles un tratamiento casi de frequently
asked questions. La puntuación y la acentuación están
tratadas con mucho acierto, así como los pronombres personales que dan
lugar al "laísmo" y "leísmo" (pag. 33). Destacan
también los cuadros de verbos que intentan facilitar su aprendizaje y consulta,
entre ellos es especialmente útil el cuadro dedicado a los verbos con doble
participio (en la pág. 35), aunque omite alguno de imporancia como imprimir-imprimido-impreso.
En la lista de verbos irregulares más frecuentes del español se
encuentra alguna que otra errata, como, p.e., en la pág. 52, donde pone
"diga" como presente de subjuntivo del verbo "dar" cuando
debería decir "dé". Además, en la pág. 64,
cita "plací" como pretérito indefinido de "placer",
cuando aún parece vigente y aceptado por la Academia el irregular "plugo",
junto a algunos otros casos discutibles como el presente en primera persona y
presente de subjuntivo y el imperativo del verbo "yacer".
En cuanto a la ortografía, el resumen que se hace es
una útil herramienta de consulta que facilita la memorización de
los errores más frecuentes. Sin embargo, se podría hacer otro pequeño
reproche en la pág. 80, en cuanto a la discutida ortografía de la
palabra México (por Méjico). No es que sea mal español, como
dice el libro, antes al contrario, se trata de un arcaicismo aceptado: la grafía
x es un reflejo del antiguo sistema de sibilantes y fricativas del castellano
medieval (como los antiguos muxer, truxiste, que representan una
fricativa palatal), no es en absoluto una "grafía azteca" como
se dice en el manual.
También es loable el hincapié en los aspectos
de cultura general (pág. 108), tan necesaria para traductores e intérpretes,
que no han de descuidarse en su fomación humanística.
Pero dejando aparte los temas de generalidades, donde de veras
brilla el manual y el ingenio y experiencia de su autor es en la parte especial,
dedicada a la traducción e interpretación en particular. El espíritu
formativo del manual, cuya finalidad es, anto todo, formar buenos profesionales,
queda reflejado en la estupenda parte técnica y metodológica. En
la pág. 118 y ss. se explica la confección de fichas metodológicas
para facilitar la tarea de traductores e intérpretes. El autor aconseja
al estudiante de forma exhaustiva sobre la realización de estas fichas,
que incluirían para las palabras entrada, acepciones, temas, fuentes y
referencias. Se propone una metodología cabal y sistemática que
será de gran utilidad al estudiante.
En la pág. 155 y ss. se presenta un anexo de ayuda en
Internet que sin duda será apreciado por todos los profesionales. Se trata
de una lista de páginas con útiles recursos electrónicos
para traducción e interpretación que van desde los comúnmente
denostados "traductores cibernéticos" hasta diccionarios web
o diversas páginas ordenadas temáticamente.
Dejando a un lado los aspectos más técnicos del
manual, el autor aporta grandes dosis de ironía y humor que harán
las delicias de todos cuantos quieran acercarse a esta obra didáctica.
Así, por ejemplo, en la pág. 203 y en la 262, encontramos una divertida
guía con los distintos tipos de orador que pueden caerle en suerte al traductor
o intérprete: el primerizo, el sabio, el tímido, etc. Se combinan
estos conocimientos que parten de la experiencia personal del autor, casi dignos
de un anecdotario, con consejos formales, de comportamiento (pág. 229),
explicaciones de lo que son las cabinas y de su funcionamiento (pág. 253),
ejemplos de buenas y malas traducciones (pág. 324), trabalenguas y refranes
en distintos idiomas. como práctica para el alumno (pág. 285), una
guía de falsos amigos en varias lenguas (pág. 287), etc. Cabe destacar,
por último, los excelentes anexos que versan sobre la historia de la interpretación
(pág. 275-8) la breve historia de la traducción (pág. 307),
la escuela de traductores de Toledo (pág. 340) etc. (en los que hay que
mencionar el despiste ortográfico de escribir "Cadmio" en la
pág. 307 en lugar de Cadmo, siguiendo las normas para la trascripción
de nombres griegos de M. Fernández Galiano, cuando habla del mítico
padre de Europa y esposo de Armonía, que introdujo el alfabeto fenicio
en Grecia).
Por lo demás, este Manual de Interpretación
y traducción que hoy reseñamos se presenta con vocación
de convertirse en la principal obra de referencia en este campo en la actualidad.
Es muy recomendable su lectura para todo tipo de público. Las personas
cuya dedicación profesional sea la traducción o la interpretación,
encontrarán en este manual una ayuda impagable, un Virgilio que les guiará
por los infiernos de las cabinas de intérpretes, los falsos amigos y las
dudas ortográficas. Pero también recomendamos su lectura al público
interesado en la lengua española y su relación con las otras lenguas
y, en general, en el patrimonio común que es el lenguaje humano.
D.H.F.*
|