Vocabulario en movimiento.
Manual de actividades de léxico con tarjetas
Iñaki Tarrés,
Sergio Prymak, Arantxa Calderón
Madrid, editorial Edinumen, 2006
»Comprar este libro en CasadelLibro.com
¿Qué
importancia le damos al vocabulario en la clase ELE? ¿Solemos
prestar una atención especial a este ámbito
en la enseñanza/aprendizaje de una lengua extranjera?
El espacio que dedicamos al léxico dentro del aula
es muy reducido, pese a que el vocabulario puede ser el elemento
más necesario a la hora de comunicarnos en otra lengua.
Tradicionalmente en la enseñanza de segundas lenguas
solemos dar muchísimo mayor valor y relevancia a la
gramática. Pero basta recordar nuestra propia experiencia
al tratar de hacernos entender en cualquier país extranjero:
podemos transmitir un mensaje sin articulación gramatical,
pero difícilmente será posible hacerlo si se
carece del vocabulario básico para ello.
¿Qué problemas encontramos a la hora de trabajar
el vocabulario en la clase de E/LE? Con frecuencia observamos
errores en el manejo del léxico por parte de nuestros
estudiantes. Entre ellos podemos distinguir, por ejemplo,
errores de morfología, ortografía, pronunciación,
equivalencias de significados, falsos amigos, errores de registro,
etcétera.
¿Cómo es posible trabajar el vocabulario para
que nuestros estudiantes puedan interiorizarlo de manera más
eficaz? Por medio de un material que permita al estudiante
desarrollar estrategias de aprendizaje, con el objetivo de
que luego pueda trabajar de un modo independiente una vez
que se encuentre fuera clase.
Para ello está pensado el manual Vocabulario
en movimiento, de la Editorial Edinumen. En él
se presentan 32 unidades temáticas con un grupo de
veinte palabras o expresiones cada una. Los temas, correspondientes
al nivel A1-A2 del Marco de Referencia Europeo para las Lenguas,
se centran en agrupaciones léxicas vinculadas a ámbitos
léxicos que suelen tratarse en los manuales de español
(como por ejemplo, el tema de las prendas de ropa o el de
los animales), pero también recogen otras agrupaciones
que no suelen aparecer en éstos y que resultan de gran
necesidad para el estudiante de E/LE: por ejemplo, los verbos
de movimiento, los conectores temporales, los conectores discursivos
o las definiciones.
El objetivo fundamental del libro es que el alumno fije
las palabras que ya tiene.
El fundamento teórico que vertebra el tratamiento
del vocabulario a través del uso de tarjetas es el
concepto de los elementos léxicos como nudos de redes
léxicas: el significado de cada palabra depende de
las relaciones que establece con las palabras de su entorno
léxico. Por eso se trabajan las palabras en grupos
fácilmente manejables definidos por sus propias relaciones,
que no coinciden necesariamente con principios situacionales
o de aparición. No se trata de establecer listas de
palabras ni de adquirir una gran cantidad de vocabulario,
sino de mejorar en lo posible la calidad de la adquisición
del vocabulario. Cada unidad léxica debe estar, al
final de cada tema, firmemente asentada en la mente de los
estudiantes, de manera que posteriormente les sea más
fácil añadir a cada red nuevos elementos léxicos.
Las palabras y/o expresiones de cada uno de los temas
del libro se trabajan en primer lugar de una manera dinámica
con las tarjetas. Al principio de cada unidad aparece una
serie de tareas para realizar con ellas, divididas en dos
grupos: aquellas concebidas para que el estudiante pueda trabajar
de manera individual, y otras para los que trabajan divididos
en grupos. De esta manera, el profesor también puede
usar las tarjetas para presentar vocabulario en clase. En
uno de los lados de la tarjeta aparece la palabra o expresión
que queremos trabajar, y por el otro un contexto, explicación,
dibujo, definición, ejemplo de uso, etcétera.
Las propuestas de las actividades con las tarjetas
permiten un trabajo muy variado con el léxico: establecer
parejas de antónimos o sinónimos, agrupar las
palabras según distintos criterios, integrarlas en
una narración oral completa, distribuirlas en mapas
de vocabulario, etc. Con estas actividades se pretende sobre
todo dinamizar la clase, pues al tener que manejar las tarjetas
(intercambiarlas, pegarlas en la pizarra, colocarlas sobre
una mesa y luego darles la vuelta, etc.) los estudiantes se
implican mucho más en el proceso de aprendizaje y no
tienen más remedio que utilizar la lengua meta como
vehículo comunicativo, con lo que se consiguen varios
objetivos: integrar las destrezas de expresión oraly
comprensión auditiva, trabajar de acuerdo al método
comunicativo (es decir, aprender la lengua usándola),
y además, al introducir el movimiento físico,
ofrecemos al estudiante un amplio abanico de modalidades de
aprendizaje, con el objetivo de que pueda aprovechar aquella
que sea más adecuada a su manera de aprender (memoria
visual o fotográfica, memoria quinésica, incluso
memoria táctil).
El segundo elemento que compone el material de Vocabulario
en movimiento es el propio manual. En él se ha
buscado una tipología de actividades lo más
variada posible, que tiene como fin la fijación del
vocabulario y la ampliación de las redes léxicas.
Entre otras, encontraremos actividades del tipo: rellena huecos,
ordenar las palabras de una frase, relación de conceptos
o palabra-dibujo, sopas de letras, ordenar una historia cronológicamente,
fraseología, etc. Estas actividades posteriores no
son secundarias sino complementarias, y pueden hacerse tanto
en clase como fuera de la misma. Con ellas no se pretende
sino desarrollar otras destrezas distintas a las de las actividades
con las tarjetas, sobre todo la comprensión lectora
y la expresión escrita. En las actividades del libro
se presta especial atención a la detección de
errores, pues entendemos que detectar los errores de léxico
de un texto es una buena manera de fijar su uso apropiado
al contexto.
Al final de cada tema aparecen las claves tanto para
las tareas con las tarjetas como para las actividades del
cuadernillo, lo que facilita el trabajo autónomo e
independiente del estudiante. Asimismo, el libro incluye un
Tema 0, a lo larto del cual se explica claramente su uso al
estudiante individual, y una guía didáctica
en la que se orienta al profesor para que pueda conseguir
un mayor aprovechamiento del material: por ejemplo, hay sugerencias
sobre cómo trabajar al mismo tiempo con tarjetas de
distintos temas, se presentan los contenidos específicos
de cada unidad, así como su correspondencia con el
manual Prisma.
En conclusión, podemos afirmar que Vocabulario
en movimiento supone toda una innovación en la
enseñanza/aprendizaje de español, pues hasta
el momento no existía un material de ELE que trabajase
de manera tan completa e innovadora el tema del léxico.
* Arantxa Calderón Puerta
|