Pgina principal
El espaol en el mundo
Pgina principal de la revista del espaol en el mundo Inicio    Envenos sus sugerencias o comentarios relacionados con el espaol Correo   Mapa de este sitio web Mapa  Otros sitios de inters relacionados con la difusin del espaol en el mundo Subscriptores
Suscrbase  a Cuadernos Cervantes
·Secciones
Principal
Editorial
E/LE
Reseñas
Agenda
Revista de Prensa
Multimedia
Buscar en
Cuadernos Cervantes:
·Sumario
Spanglish escrito en USA. Un ejemplo, la revista LATINA

Didáctica de la cultura en el aula de E/LE en Camerún


Spanglish:
Conversaciones en torno al spanglish


El concepto de locura en el ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha y en Hamlet

Máquina de clasificar palabras. Una propuesta didáctica

Un listado de las sílabas del español

El error en el proceso de aprendizaje
Español para árabes
multilingües y multiculturales

·Lo último...
Instituto de Verbología Hispánica
·Utilidades
Sugerencias  
Suscripciones  
Nº atrasados  
Edición impresa  
Sólo suscriptores  
Alertas  
Archivo  
  Ver próximo número
  de Cuadernos Cervantes...
·Otros sitios
elespañolenelmundo
elespañolenlared
clubdeespañol
Diccionarios Web
Campamentos de verano en España
·Espacio Multimedia
 

Actividades con el chat en la clase de E/LE: lenguaje usado

Olga Juan Lázaro
Instituto Cervantes

El uso del chat en Internet puede ir más allá de lo puramente lúdico: la autora propone, en las líneas que siguen a continuación, una serie de actividades con el chat para la clase de E/LE.

En este trabajo indagaremos en una de las herramientas más utilizadas en internet: el chat. Vamos a analizar el tipo de comunicación que se produce e intentar describir la lengua usada –principalmente a partir de las características que tiene el discurso oral–, el discurso escrito que se produce en los mensajes de correo electrónico y las transcripciones. Para finalizar, presentamos una serie de actividades dirigidas a los profesores de español en su contenido, pero cuyo diseño formal es fácilmente extrapolable al diseño de actividades para los estudiantes de E/LE. A través de estas actividades pretendemos que el profesor experimente y conozca esta herramienta, de forma que luego podrá diseñar con más seguridad actividades para su grupo de estudiantes cuyos objetivos didácticos y dinámicas se ajusten a las características del chat.

 

1. La comunicación en tiempo real

En el ámbito de la enseñanza-aprendizaje de lenguas extranjeras y segundas lenguas ni a estudiantes ni a profesores se les escapa la necesidad de desarrollar la competencia comunicativa. La comunicación en tiempo real favorece, además, la relación interpersonal y la relación de grupo dentro del aula, con su positivo efecto en lo que a dinámicas de grupo se refiere.

Las herramientas más habituales consideradas de comunicación en tiempo real o síncronas en Internet son el chat, la audioconferencia y la videoconferencia. Cada una de ellas tiene sus propias peculiaridades. En este artículo nos vamos a centrar en el uso del chat en el aula de E/LE.

En una situación de comunicación cara a cara hay mucha información que es compartida por los interlocutores al encontrarse en las mismas coordenadas espacio-temporales. El intercambio de información entre los hablantes es inmediato, produciéndose así la unidad básica de la organización conversacional que es el turno de palabra: el emisor y el receptor intercambian sus papeles en la producción del mensaje.

Si ahora nos preguntamos cuál es la diferencia entre una interacción verbal cara a cara y una interacción verbal por teléfono, ¿qué responderíamos? Tal vez necesitaríamos unos momentos para reflexionar, pero estos dos actos comunicativos simultáneos tienen unas diferencias que se reflejan en todos los manuales de español, incluso hay materiales complementarios específicos para enseñar cómo se habla por teléfono y cuáles son las estrategias propias que se desarrollan.

Lo mismo ocurre con el chat. Participa de las ventajas de una interacción simultánea, pero no se produce cara a cara, por lo que ya en principio deja de compartirse información sobre las coordenadas espaciales en las que cada interlocutor se encuentra. Tampoco se aprecia la información de tipo extralingüístico, por ejemplo, los elementos kinésicos (los gestos) o los proxémicos (la disposición de los cuerpos, la cercanía entre ellos, etc.). Estos elementos ayudan a identificar actitudes: cada hablante no tendrá respuestas a preguntas como ¿dónde está?, ¿con quién está?, ¿qué cara estará poniendo?, ¿y sus gestos o su pose, cuál será?

Pero el chat, aunque se identifica con una conversación telefónica, no lo es. En el chat se escribe la conversación. Esto conlleva diferencias en cada uno de los elementos que intervienen en la comunicación. El canal de comunicación es nuevo, podríamos decir que el código, a simple vista y sin pretender simplificar el asunto, es un híbrido entre el código escrito y el oral. Esto va a tener repercusiones en los turnos de intervención de los interlocutores y en los mensajes que se emiten.

El emisor del mensaje no ve a la persona a la que se está dirigiéndolo, sin embargo, y siguiendo los resultados de la investigación de I. Sanz Álava1 con respecto a la oralidad en los textos escritos mediante correo electrónico, la pantalla produce cierto acercamiento y sensación de tener al destinatario al lado del emisor.

Podría pensarse que las transcripciones de las conversaciones fueran un parangón con el producto de la actuación de los usuarios del chat. Ciertamente se dan algunas semejanzas en el producto final, tales como que no se conoce cuál es el sexo de la persona que está chateando o sus características físicas. Pero hay grandes diferencias.

Para empezar, la transcripción obedece a un diálogo en su forma natural, oral, mientras que el chat lleva el ritmo de lo que tarden en escribirse los pensamientos, por inmediatos que estos sean. Es decir, el ritmo de emisión no es el mismo en una conversación oral que en una conversación por medio del chat por lo que el producto no puede ser el mismo.

A nivel formal, existen para las transcripciones unos convencionalismos gráficos, como pueden ser el formato o la puntuación, que no existen para el chat (en el siguiente apartado veremos a qué están sujetos).

Respecto de los interlocutores o participantes, una peculiaridad que comparten en su uso varios servicios de Internet es el anonimato. Las personas que participan en un chat no tienen por qué ceñirse a la transmisión de datos personales; soñar y compartir los sueños y fantasías forjándose nuevas personalidades y relaciones es una realidad de la que hay que advertir a los iniciados (en la mayoría de portales que albergan chatrooms se pueden encontrar una serie de consejos para los que comienzan a indagar en estos servicios, véase por ejemplo <http://www.ciudadfutura.com/chatmania/consejos.htm>).

Como se puede apreciar, el límite entre la dimensión escrita y oral es impreciso, no todas las producciones discursivas del ser humano son fácilmente clasificables en un género u otro. Así por ejemplo, el discurso oral formal tiene su representación en los discursos académicos o parlamentarios. Estos tipos de producción discursiva son preparados como textos escritos e, incluso, muchas veces son leídos al ser emitidos oralmente. Por el contrario, las notas, las cartas íntimas o el correo electrónico pueden ser el resultado de un proceso más o menos espontáneo2.

A un profesor de lenguas extranjeras no le interesa tanto una clasificación del tipo de discurso como un conocimiento de las características de la lengua que se produce, con el objeto de que las actividades didácticas que se diseñen pensando en un servicio o herramienta sean adecuadas al producto que se puede conseguir con esa herramienta.

Sin más preámbulos, vamos a intentar ver cuáles con esas características en el chat.

2. Características de la lengua usada en el chat

El chat es el término que en Internet describe un servicio que sirve para comunicarse en tiempo real con otra persona u otras personas usando el teclado como medio de introducción del mensaje. El producto de la actuación se elabora, pues, de forma cooperativa entre las personas participantes.

Los diálogos que se producen, podríamos decir que son ágiles y naturales. No hay lugar para un discurso planificado en un marco eminentemente coloquial como es éste. De hecho, también en las conversaciones cara a cara abundan las intervenciones cortas debido a la ausencia de planificación, éstas se suceden según la marcha del tema, de las inferencias de los participantes, de sus necesidades de comunicación, etc.

En la lengua oral en una conversación de un registro coloquial se observa que los interlocutores cambian de un tema a otro sin por ello sentirse agredidos, de hecho es una de las cualidades por las que se caracteriza. Es habitual que se esté comentando un asunto y se introduzca otro totalmente diferente que le ha pasado por la cabeza al otro interlocutor. El cambio de tema se hace por medio de diversos recursos lingüísticos y no lingüísticos que permiten que la conversación continúe su hilo.

En el chat esta superposición de temas también es habitual, se produce por las mismas causas que llevan al cambio de tema en la conversación coloquial, pero también por cuestiones físicas del canal de transmisión: la pantalla tiene una extensión concreta y los temas se van quedando perdidos a medida que la tecla enter va enviando mensajes al ciberespacio con un destino concreto.

Por otro lado, la simultaneidad se traduce en un orden lineal de aparición de las intervenciones, lo que hace que si algún cibernauta ha tardado en escribir una respuesta por quererla meditar más tiempo, el hilo de su intervención habrá quedado, probablemente, descolgado y con varios mensajes por medio, con los que, tal vez, ya no tenga que ver su respuesta.

En todo caso, existe la opción de crear una sala privada, si es que hay un interés especial en mantener una charla con alguien en concreto sin ser leída por los demás participantes. El parangón está muy claro. En un grupo numeroso en una situación cotidiana es habitual que se produzcan conversaciones simultáneas sin repercutir en el hecho de que se mantenga el hilo temático principal de la conversación, o el iniciado en primer lugar, aunque ahora atiendan menos interlocutores.

Con respecto a los turnos de palabra, en un chat son difíciles de controlar cuando el grupo es de más de dos participantes. No existe ningún indicio de quién va a participar hasta que el mensaje no aparece en la pantalla.

En una charla entre dos actores a través de la pantalla del ordenador, el papel del silencio se traduce en la ausencia de texto. Es de suponer que el interlocutor está preparando una intervención un poco más extensa o ha necesitado un tiempo de respuesta más largo, o puede ocurrir, simplemente, que las redes tarden unos segundos más en dejar en destino el mensaje. Este silencio hace que se impaciente el emisor y trate de romperlo con un nuevo mensaje en el que parafrasee lo dicho (el emisor puede pensar que tal vez no se haya expresado bien) o se extienda en alguna explicación más al respecto. Esto se debe a que no se tienen emisiones del que escucha que guíen al que habla de forma evidente, aunque esos reguladores de la conversación, fatemas o retroalimentadores del canal (los ajá, sí, sí, claro...) propios de la lengua oral se intentan también intercalar en la conversación escrita, precisamente para evitar producir los vacíos que malinterpreten el desarrollo de la situación entre los participantes.

Por los ruidos en la comunicación que se producen, y que se hacen incómodos, hay una intención de controlar la comunicación con preguntas del tipo:

"¿Estás ahí?" que veríamos escrita como *"estas ahi??????????"

"¿Has leído lo que te acabo de contar?", etc.

Las intervenciones tienden, por este motivo entre otros, a ser breves, lo que permite el discurso ágil al que hacíamos alusión al principio de este apartado.

Si tenemos en cuenta lo que hasta ahora hemos expuesto, es casi lógico pensar que el tipo de lengua usada no va a poder tender a una corrección ortográfica y estilística exquisita, más bien todo lo contrario. Es lo más habitual encontrarse faltas de ortografía, por la rapidez con la que se tratan de escribir los textos (que, por supuesto, no se revisan). Los acentos gráficos salen bastante perjudicados en aras de la agilidad de la emisión del mensaje. Se presta poca atención a las tildes, aunque esto suponga incurrir en más errores ortográficos (también hay que ser conscientes de que no en todos los teclados está incluido el acento como símbolo ortográfico).

La ausencia de revisión del texto tanto en el plano conceptual como en el plano estilístico es una de las grandes diferencias con respecto al proceso habitual de creación de textos. Esto es así incluso si lo comparamos con el proceso de escritura de un mensaje que va a ser enviado por correo electrónico, ya que es muy recomendable que se revise antes de presionar la tecla enviar. No obstante, el uso tan ágil de esta herramienta (correo-e), tanto en el marco profesional como en el personal, hace que se tienda a crear una estructura que rompa con los convencionalismos del lenguaje epistolar y cuyo registro lingüístico se acerque al lenguaje coloquial3.

Las frases son cortas e interrumpidas debido a la agilidad que se trata de imprimir a las intervenciones para no perder el turno de palabra. Los mensajes largos se suelen ir enviando por partes, es decir, se remite una parte mientras el emisor sigue escribiendo el resto del mensaje. Tal vez esto se pueda considerar un intento de emular el discurso oral: se trata de producir y ser leído e interpretado mientras se escribe el resto del texto, sin esperar al final de la intervención, buscando la simultaneidad del acto.

Las palabras que se emplean tienen poco contenido léxico, no hay una gran riqueza semántica, aunque sí expresiva, es decir, se trata de reproducir los rasgos prosódicos, de entonación, las pausas, dónde se encuentra el foco informativo, etc. que están ausentes en este discurso simultáneo que usa el código escrito.

Para conseguir transmitir el máximo de información posible con los recursos disponibles en el código escrito, se recurre a los puntos suspensivos (en una cantidad superior a los tres de uso normativo), los signos de interrogación o exclamación de forma repetitiva y sólo a final de la frase (tal y como hemos visto en el ejemplo *"estas ahi???????????"), etc.

También se han inventado su propia simbología, los ya de sobra conocidos emoticones, llamados comúnmente caritas, lo cual contribuye a enfatizar la parte expresiva del mensaje, supliendo, en este caso, rasgos extralingüísticos y paralingüísticos (;-), :-o, :D, :*, etc.). La intención está clara: transmitir al receptor una reacción que de otra manera no sería posible, así tienen cabida las carcajadas, las dudas, el llanto..., incluso el abrazo en el ciberespacio.

 

3. Actividades en el chat

Integrar Internet en la clase E/LE nos exige a los profesores:

unos conocimientos técnicos mínimos: no importa que los estudiantes sepan más que nosotros de un servicio de la Red, por ejemplo, que usen los buscadores con más pericia y lleguen a un tipo de información antes que el profesor, o que estén habituados a chatear cada día y nosotros sepamos lo justo para conectarnos y mantener una charla sobre el tema que nos interesa o el amigo con el que siempre conectamos a las 12 de la noche.

Además, estos conocimientos mínimos van a sernos necesarios para introducir en el uso del servicio a aquellos estudiantes que no lo hayan utilizado nunca. Para ellos hay que tener preparada una hoja de instrucciones con los pasos a seguir detallados de la forma más clara y concisa posible (hay que evitar provocar rechazos a la herramienta por parecer que su uso es complicado).

un análisis del tipo de interacción que se genera y la lengua usada: los chateros habituales tienen algunas reglas propias de funcionamiento, pero sin entrar en ellas y para el fin didáctico que pretendemos en la clase E/LE, el utilizar la lengua escrita como código de comunicación en una situación que acontece en simultáneo, lleva a que se produzcan ciertas peculiaridades en la misma sobre las que sí es necesario llamar la atención y que hay que tener en cuenta.

una reflexión didáctica a fin de poderla integrar correctamente en las dinámicas de aula. Esto también permitirá poder diseñar actividades acordes con la herramienta y con nuestros objetivos didácticos.

Después de haber reflexionado sobre el tipo de lengua y el tipo de intervenciones que se producen en el chat, el siguiente paso será pensar en qué objetivos comunicativos se pueden practicar, entonces, con esta herramienta.

Parece evidente que las funciones que se escojan no podrán tener un carácter argumentativo, es decir, no debemos pretender que los estudiantes produzcan razonamientos extensos y estructuras sintácticas que no sean, prácticamente, de yuxtaposición y coordinación.

Para el uso del chat es aconsejable pensar en tareas en las que se tengan que obtener datos concretos porque se ejecutan con preguntas breves y concisas, asimismo las respuestas también tendrán este carácter. En este caso, es ideal ofrecer una tabla a los estudiantes que puedan ir rellenando con los datos que se obtengan. De esta forma cubriremos dos aspectos. Por un lado, las tareas tienen que materializarse en un producto concreto. Por otro lado, se facilita el trabajo de recogida de datos al estudiante dada las características físicas en las que aparece en pantalla el hilo conversacional (la conversación va ascendiendo y perdiéndose del campo de visión del usuario). Aunque en este caso, hay programas que ofrecen la opción de guardar la información y luego poder imprimirla (para las características técnicas de los chat, consultar el artículo de Pilar Garnacho López 2000, en la bibliografía).

Otro objetivo susceptible de ser abordado con éxito es la tarea de organizar una actividad, siempre y cuando se trate de responder a cuestiones puntuales como, por ejemplo, quién se encarga de cada una de las partes, qué temas van a ser tratados, qué personas integrarán cada grupo, etc. Si se trata de emitir opiniones y creencias, hay que tener un poco más de precaución.

Las actividades planteadas, como juegos de adivinanza, pueden funcionar con éxito con esta herramienta (el veo, veo; quién es quién; si fuera..., sería...; etc.).

A continuación, vamos a presentar unas actividades dirigidas a los profesores para conocer los chats y experimentar con las características de la lengua usada. Son actividades que han sido preparadas para los cursos de formación de profesores en Nuevas Tecnologías. En la primera actividad, se trabaja con chats en los que se comunican solamente los estudiantes de la clase. En la segunda actividad, proponemos participar en los chats públicos que se encuentran en la Web (si lo extrapolamos al nivel de los estudiantes, ésta tendría que ser para un nivel superior o avanzado, dado el conocimiento de la lengua y cultura meta que hay que tener para realizar las inferencias lingüísticas correspondientes).

Para conocer qué actividades se pueden diseñar para estudiantes E/LE en la clase, se recomienda consultar el artículo de J. Fernández Pinto (1999) donde se presentan un par de propuestas para diferentes niveles.

El planteamiento de las actividades que aquí presentamos puede ser un ejemplo de cómo organizar las actividades en clase con los alumnos. Los cuadros para completar con información serán, como ya hemos comentado, de bastante utilidad para guiar el trabajo de los estudiantes.

 

Actividad 1

Objetivos:
  • analizar la lengua usada en el chat.
  • conocer con qué número de interlocutores es cómodo trabajar en un chat.
  • trabajar en una sala creada para los grupos de clase.


  • Descubre qué afinidades tienes con tus compañeros y en qué aspectos sois complementarios.

  • Realiza esta actividad primero entre dos personas, después entre tres personas, etc., y anota los resultados de la experiencia.
  • También te recomendamos que primero hagas la actividad tú solo. Después, prueba con tus alumnos y compara los resultados.

 

Para completar la información sobre las afinidades, puede serte útil la siguiente tabla:

Nombre País Actividades comunes Cosas compartidas Cosas no compartidas
         
         
         
         

La columna de Cosas compartidas y no compartidas se puede hacer tan explícita como interese para los objetivos de la sesión. Aquí se recogen tanto características físicas como gustos, libros leídos, etc.

Para observar cuál es el comportamiento de la cantidad de usuarios en el chat, te proponemos la siguiente tabla:

  2
interlocutores
3 interlocutores 4 interlocutores 5
interlocutores
Facilidad para obtener información        
Claridad de la información obtenida        
Posibilidades de intervenir y practicar la lengua        
Pérdida del turno de palabra        

Para analizar el tipo de lengua usada en el chat, te proponemos la tabla que encontrarás a continuación de la actividad 2, titulada: "El chat: ¿cómo hablamos cuando escribimos?"

Actividad 2

Objetivos:
  • conocer las posibilidades de los chats y posibles destinos para los alumnos.
  • analizar la lengua usada en el chat.


  • Visita la página http://www.ciudadfutura.com y selecciona el área de los chats. Participa en ellos y trata de sacar conclusiones sobre la lengua en el chat. De esta forma podrás planificar actividades en clase acordes con los contenidos que te encuentres.


 
  A B C D
Identificación Chat: nombre y dirección electrónica        
Temas tratados        
Horas de audiencia        
Tipo de usuario y número        
Tono usado        

 
EL CHAT: ¿Cómo hablamos cuando escribimos?
Descripción de los diálogos Fluidos y ágiles Naturales Planificados Registro Otros rasgos
Turno de palabra Se respeta Extensión de las intervenciones El monólogo Papel del silencio Consecuencias
Análisis de la lengua Tipo de léxico Nivel sintáctico Corrección ortográfica Elementos expresivos Otros rasgos
Objetivos Organizar una actividad Argumentar razonamientos extensos Relacionarse con los compañeros Practicar destrezas Otros objetivos

4.- A modo de conclusión

En las actividades que se vayan a diseñar para el aula, será necesario tener en cuenta los resultados de las experiencias que como usuarios se obtengan de las actividades 1 y 2 aquí propuestas.
El análisis que habrá que hacer del producto del chat no será un análisis literal ni ortográfico sino pragmático, es decir, teniendo en cuenta el uso de la lengua en el contexto, del que se derivan los procesos de inferencia propios de la lengua oral.
La corrección por parte del profesor no debería llevarse a cabo como si de correción de un texto escrito se tratara, cuyo producto es el resultado de un proceso de creación que tiene lugar en sucesivas fases de revisión. Con esta herramienta se trataría más bien de cubrir unos objetivos comunicativos que pueden manifestarse en los resultados del producto final (por ejemplo, las tablas propuestas con la inclusión de los datos correctos o el adivinar el resultado del juego propuesto).
Como medio de comunicación en tiempo real, el uso del chat favorece la participación de los estudiantes con carácter más tímido o más introvertidos, ya que están amparados en el anonimato de las pantallas.
En cuanto a las destrezas que se practican, Internet nos está trayendo muchos cambios que hay que asumir e integrar, y sobre los que hay que reflexionar. Uno de ellos es esta posibilidad de interacción oral transcrita para la que habrá que buscar un nombre.

{numero}
Volver arriba

[Página principal] [Reseñas] [Multimedia] [E/LE] [Editorial] [Sugerencias] [Agenda] [Revista de Prensa] [Foros]
¿Quiénes somos? - Correo Revista

©  2010 Ediciones Cuadernos Cervantes

Logo plan Avanza